El tetra, en dramático epílogo

El Decano obtuvo el tetracampeonato en 1981 al superar nuevamente a Sol de América en emocionante definición. En los partidos finales cada equipo ganó un partido y la finalísima terminó empatado, 1-1. Desde los 11 metros, el Danzarín estuvo a un penal de la gloria, pero Eligio Torres remató desviado. En la continuación, Olimpia marcó de nuevo y Éver Almeida detuvo el siguiente para dar otra vuelta olímpica.

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El entrenador campeón de Olimpia de 1980, José “Pepe” Sasía, fue nominado en el ‘81 para dirigir a la selección paraguaya y en su reemplazo el presidente Osvaldo Domínguez Dibb contrató al también uruguayo, Roque Fernández, quien en su faceta de jugador fue un puntero izquierdo que esporádicamente integró el seleccionado “charrúa”, en los años 60. Fernández fue el estratega franjeado en toda la temporada.

Del equipo base del ’79 que había ganado en todo lo que compitió quedaban aun la mitad de sus integrantes. El arquero Éver Hugo Almeida, Alicio Solalinde, Roberto Paredes, Flaminio Sosa, Osvaldo Aquino y Hugo Talavera de vuelta de Newell’s Old Boys de Rosario eran los que permanecían de aquel onceno.

Evaristo Isasi, otro jugador importante de aquella hazaña del ’79 fue contratado a mitad de temporada por el Deportes Tolima colombiano. La ausencia más sentida de aquel 1981 se constituyó el volante creativo Luis Torres, poseedor de una depurada técnica, quien en agosto de 1980 fue intervenido quirúrgicamente de los meniscos de su rodilla derecha, pero nunca logró su recuperación plena.

Luisito, en enero de ese año, empezó con la pretemporada de la selección paraguaya, con miras a las eliminatorias, bajo el mando de Hermes Huelmo, realizada en la Coronilla, una localidad balnearia del departamento de Rocha, Uruguay. Luego de los primeros trabajos fuertes en la arena, Torres sintió dolores en su rodilla operada y tuvo que regresar a Asunción, siendo desconvocado de aquel combinado. Después Luis Torres intentó su regreso, primero en el Decano, en 1983, luego en el ’85 en Nacional, club en el que había debutado en 1971 y por último en 1986 en Ríver Plate, pero la rodilla no tuvo respuesta positiva y tuvo que abandonar definitivamente la práctica activa del fútbol.

En 1981 se produjo el regreso a Olimpia del histórico volante ofensivo Crispín Rafael Verza, quien había debutado con la casaca franjeada en 1969 y que había partido a España transferido al Real Murcia de la primera división luego de las eliminatorias de 1973. Verza había vuelto al país en 1979, pero fue contratado por Cerro Porteño y en el ’80 integró el plantel de Ríver Plate. “La zurda de oro”, como se lo denominaba a Verza, fue fundamental en los partidos finales ante Sol de América.

Otro repatriado por el Decano fue el arquero Andrés Rosa Torres, que había debutado igualmente en el ’69 y que fue campeón de la Libertadores en 1979.

Pedro Fernández también fue muy importante para Olimpia en aquel ’81. El delantero procedente de la cantera franjeada por fin tuvo continuidad en el equipo principal y respondió con creces al ser goleador del equipo con 11 tantos.

Otros jugadores provenientes de las inferiores del Decano que tuvieron activa participación en la obtención del tetracampeonato fueron: el lateral Alberto Giúdice, los defensores centrales Miguel Ángel Garcete, Fulgencio Yegros y Pedro Benítez, los volantes Aníbal Sosa y Aníbal Vargas y los delanteros Roberto Bogado, Mario Páez, Andrés “Topito” Jiménez.

Jugadores de la cantera igualmente y que se afirmaron definitivamente fueron el zaguero Rogelio Delgado y el volante central Jorge Guasch, quienes en el ’79 se erigieron en los campeones más jóvenes del plantel que consiguió la Copa Libertadores.

El Decano después de ganar la primera etapa de la temporada clasificó para jugar la final del año y nuevamente el rival fue Sol de América, como lo había sido en el 78 y el 79. El primer cotejo decisivo ganaron los franjeados, 2-1, y en la revancha venció el Danzarín 1-0. La finalísima, tras la igualdad de 1-1, se definió desde los 11 metros.

La serie normal de cinco penales por equipo concluyó 3-3. En el undécimo penal, Rogelio Delgado remató desviado y Sol tuvo en los píes del defensor central Eligio Torres la posibilidad de gritar campeón. Sin embargo, el remate del zaguero fue a las graderías y la igualdad siguió. Ya en el octavo penal olimpista, este fue convertido por Jorge Guasch y en el siguiente, el golero Éver Almeida desvió el tiro del otro defensor central Óscar “Osito” Insfrán, para alcanzar Olimpia el tetracampeonato.

lirala@abc.com.py

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