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Cuando lo futbolístico queda en otro plano
Cuando hubiésemos deseado analizar el clásico del fútbol paraguayo dentro de lo futbolístico, tal cosa quedó en otro plano, ya que el arbitraje una vez más pasó a ser protagonista mostrando su peor perfil.
El negocio finalmente fue para Olimpia que con el empate mantiene intacta su ventaja de siete puntos sobre Cerro Porteño. El árbitro Óscar Velázquez pronto empezó a exhibir disparidad de criterios en sus decisiones y terminó empañando el partido al influir en el resultado.
Cerro llegó primero a inquietar el área olimpista, pero luego resaltó el toque fluido entre Camacho, Santa Cruz y Julián Benítez, este último que impensadamente arrancó de titular, ante la lesión sobre la hora de Mendieta.
El juvenil cerrista Fernando Ovelar se mostró inquieto desde el comienzo. Fue uno de los debutantes en clásicos, junto a Hugo Quintana, del franjeado. Sobre el primer cuarto de hora, un pase al vacío de Juan Aguilar para Ovelar lo resolvió este como un experto, colocando la pelota ante la salida de Alfredo Aguilar para la apertura.
Un pase largo para Santa Cruz complicó al lateral Raúl Cáceres. Tras devolución de Benítez, Santa Cruz extendió el pase para Camacho, quien en posición adelantada convirtió el empate transitorio a los 26’.
Cerro entregó muchas pelotas al rival por imprecisiones propias y malogró jugadas claras de gol. El árbitro adicionó 4 minutos al partido. Justo al cumplirse, tras un tiro libre sobre el área y pase de cabeza de Churín, Marcos Acosta convirtió el gol que hubiese cerrado el clásico. Pero el juez, en medio de escaramuzas, agregó sin motivo un minuto más donde se produjo el penal para Olimpia y el empate final de Jorge Ortega, en medio de un gran tumulto.
Las claves
1. Olimpia se valió de los errores arbitrales para lograr un resultado que le favorece. Se vio en desventaja dos veces en el partido, llegando a la primera igualdad parcial en jugada de posición adelantada, de Camacho. El penal para el 2-2 fue en un minuto agregado sin motivo alguno por el juez.
2. Cerro Porteño no ocultó su ansiedad a lo largo del clásico. Además de los conocidos defectos defensivos, los azulgranas entregaron demasiadas pelotas al rival. Las jugadas de tiro libre siempre fueron mal ejecutadas y por lo general iban a manos del arquero Alfredo Aguilar.
3. Dentro de un partido friccionado y muy interrumpido por faltas, protestas y escaramuzas, el ordenamiento de Olimpia se pudo percibir más. En Cerro defensores se ponían en función de lanzadores, lo cual no es lo más recomendable y así facilitaban la tarea defensiva del rival.
EL ÁRBITRO
Óscar Velázquez, de negativa actuación
El árbitro Óscar Velázquez, de negativa actuación, tuvo disparidad de criterio en las amonestaciones. Hubo posición adelantada en el primer empate de Olimpia. Adicionó 4 minutos al partido y debió haber terminado tras el gol de Acosta, que se anotó a los 94’ clavado.