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El local no aguantó la presión
Guaraní empató en tiempo de adición anoche frente a Deportivo Santaní y el 1-1 fue festejado como un triunfo, considerando que todo el esfuerzo físico fue finalmente premiado con el gol en la agonía anotado por el mediocampista Ramón Martínez.
El dueño de casa, que estaba para festejar su primer triunfo en el torneo, se descuidó bastante en la complementaria, y mucho se debe a la expulsión de Wildo Alonso primero y después de Cristhian Aguada.
Antes de las acciones desafortunadas, el local estaba conteniendo bien los ataques aurinegros que más bien llegaban por entusiasmo y esfuerzo de sus futbolistas que por cualidades futbolísticas.
El Legendario empezó bien el compromiso. Tuvo dos llegadas claras por medio de Marcelo González y un cabezazo de Luis Cabral.
Se quedó después y el Deportivo aprovechó bien estas circunstancias. En una de las primeras incursiones, Iván Cazal recibió el balón cerca del área, eludió a un defensor rival, encaró y sacó el remate de derecha que venció a Víctor Centurión.
Esa ventaja le transmitió mayor confianza y el equipo se fue equilibrando mejor y encontrando mayores espacios en la cancha.
Guaraní, que no hizo un buen partido, sí mostró actitud, buscó soluciones en la parte final, pero no las encontró por deficiencias propias.
Se iba el juego, Deportivo Santaní quedó con nueve y en el último suspiro apareció el cabezazo de Ramón Martínez para el empate final de 1-1.
Corresponsal