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Proceso o calvario. Una de las dos cosas comenzó Cerro Porteño en el partido que volvió a perder en la “Olla” frente al recién ascendido Capiatá.
La promoción masiva de jugadores juveniles, nueva política del técnico Francisco Arce y la dirigencia en busca de revertir el mal momento, no empezó de buena forma. Armar un nuevo equipo lleva tiempo y a esta altura del primer semestre del año no es lo más apropiado para un conjunto como el Ciclón que debe ser protagonista en cada campeonato que disputa.
El que sí mostró un esquema renovado fue Capiatá. Con pocos días de trabajo, el técnico Mario Jacquet consiguió darle al equipo una fisonomía más compacta y el resultado está a la vista. Capiatá esperó a Cerro en el primer tiempo y con los cambios en la etapa complementaria se propuso buscar la victoria y lo consiguió.
Cerro mereció el gol en el primer período, en el que hizo mejor las cosas. Pero con los ingresos de Maidana, Gómez y más tarde Miño, los capiateños no solo equilibraron el partido sino que se impusieron en fútbol a la pobreza generalizada de Cerro.
El volante Blas Irala tuvo más de una ocasión para anotar frente al arco de Barreto pero falló, algunas de forma increíble. Ya se jugaba tiempo adicional cuando Capiatá ganó un tiro libre en la zona media. Desde poco más de 40 metros del arco, Miño demoró algo en rematar. Era apurado por los cerristas y finalmente sacó un zurdazo que se metió como un meteorito en el ángulo derecho. “Escobazo” tremendo del equipo escobero, que enardeció a toda la “Olla”.