Más allá de que fue una victoria tranquilizadora para el futuro de Olimpia, el equipo de Carapeguá en ningún momento fue anoche parámetro para medir el nivel de progreso bajo el mando de José Cardozo.
Los goles ayudaron bastante anoche y taparon cualquier defecto del cuadro de Olimpia.
El Franjeado buscó desde el arranque poder llegar al gol. Pero lo hizo en forma desordenada, sin claridad ni rumbo. Puro temperamento y nada más.
Pero la bendición del gol se hizo presente cuando Richard Ortiz, metido en el área, con potente remate de izquierda perforó la valla del arquero Heves.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Carapeguá ni se enteró que iba perdiendo. La pasividad del equipo fue tremenda. No creó una sola situación de peligro a lo largo del juego. Un equipo sin alma.
Cuando se iba el primer tiempo, tras un córner, Biancucchi sin mucho esfuerzo hizo el segundo gol con una defensa carapegüeña sin ninguna reacción y ante la mala salida del portero.
La parte final fue de trámite para Olimpia, que siguió buscando otro gol frente a un rival que nunca se hizo sentir y pasó totalmente desapercibido.
Ya en el final, Fredy Bareiro, con gran remate, hizo el tercero para Olimpia que ganó en forma muy tranquila el juego.
Me gustó este equipo de hoy (ayer). Jugó como queremos, presionando y llegando. El ritmo que imprimimos fue muy interesante y esperamos continuar así”. José Cardozo
Ambiente feliz por la conquista
La contundente victoria de Olimpia trajo alegría y tranquilidad en el ambiente.
“Creo que se vio lo que estábamos pretendiendo, es decir, la presión al rival y la posesión de la pelota. Creo que fue un partido perfecto ante un rival que también juega bien. Pero creo que la presión que hizo Olimpia fue fundamental para ganar”, señaló José Cardozo.
En Carapeguá, su presidente, Ramón Arce, señaló: “No jugamos a nada y preocupa. Prácticamente regalamos el juego”.