“Luché para llegar a este punto. Cuando mi mamá me dejó (Selfiria, fallecida hace tres meses), fue muy complicado. Mi papá me dejó (se fue del hogar) de chiquito. Tengo una hermanita de siete años y hermanito de 11 a los que debo mantener”, expresó. El momento más feliz fue cuando marcó un gol por la Copa Paraguay jugando por Liberación y su madre lo pudo ver por televisión.

A Francisco le dicen “Eto’o” y podría ingresar por el suspendido Isidro Pitta Saldívar. Jugó en el Sport Número 1 de Lima (su ciudad), Porvenir y Deportivo Liberación.

“Mi sueño es jugar en Cerro Porteño. Le prometí a mamá que llegaría. De joven trabajaba de secretario y limpiador en un lavadero. El señor Julio Franco me ayudó muchísimo. Quiero sobresalir, tener una casa grande para mi familia. Me levanto a las 4:00 de la madrugada para trotar. Sé que llegaré lejos”, consignó el joven mediapunta.