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Un gol cerró el juego sobre la hora
Parecía que el partido entre Guaraní y Santaní, se encaminaba indefectiblemente hacia el empate a cero. El equipo aborigen buscó el gol por todos los caminos, pero el arco rival estaba prácticamente sellado por el arquero, Gustavo Arévalos, quien tuvo tapadas importantes, algunas de ellas espectaculares.
El nuevo entrenador aurinegro, Gustavo Florentín, empezó a echar mano de algunas modificaciones en busca de levantar al equipo de “entre los muertos”. Se notó un cambio en la forma de andar la cancha del cuadro aurinegro, además de algunas posiciones específicas de ciertos jugadores, como el caso de Jorge Morel, ubicado frente a la línea defensiva.
La habilidad y velocidad de Gabriel Esparza, por la izquierda, fue el arma más utilizada por Guaraní en los primeros minutos. Sobre la media hora de juego, ingresó Orlando Gaona Lugo, en el Aborigen.
En el segundo tiempo, el trabajo de Gaona Lugo por la derecha, fue determinante para el desenlace que tuvo el partido. Los centros cruzaban el área santaniana y en una conexión entre Gaona y Epifanio García, este casi convirtió con un golpe de taco que el portero, Arévalos, desvió milagrosamente.
Se iba el partido y en otra gran corrida por la derecha, Gaona, envió el centro y esta vez, García, con golpe de cabeza, marcó el gol. Triunfo añorado por los aborígenes, que recuperan la fe al ver como el equipo ha empezado a usar la cabeza para ganar.