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Dos minutos después (a los 4’), un tiro libre de Julio dos Santos sobre el área de la visita, que cabeceó Rodrigo López al travesaño, fue rematado tras el rebote por Santiago Salcedo, convirtiendo el tanto inaugural para el Ciclón.
Siguió presionando, bien arriba el local y Rodrigo López casi marca de cabeza, desviando con esfuerzo Cabral.
El dispositivo táctico ordenado por el técnico ñuense, Francisco Arce, con línea de tres defensores muy abierta y dos carrileros (Santander y Chamorro) que no tuvieron la movilidad requerida para dicha función, era una invitación para que los cerristas siguieran creando grietas por ambos flancos de la defensa.
El segundo tanto de Cerro Porteño no tardó en llegar. Fue a los 18’, en una jugada en la que Jonathan Fabbro empezó y culminó la acción.
Elaboró una diagonal, arrastrando gente, le cometen infracción y el tiro libre rematado por el mismo Fabbro, suave al palo izquierdo de Cabral se convirtió en el lapidario segundo gol cerrista.
En el comienzo de la complementaria, Rubio Ñu demostró una leve mejoría, pero la expulsión, sobre los 12’ del recién ingresado Benigno Ruiz Díaz, tuvo un efecto devastador y echó por tierra toda resistencia albiverde.
Los cerristas ya no quisieron arriesgar, tal vez pensando en el juego del miércoles ante el Mineros, por la Copa Sudamericana, regularon el ritmo de juego, aunque tuvieron tiempo para marcar otro tanto, tras un centro de tiro libre de Julio Dos Santos.