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Todo muy relajado fue para Cerro Porteño el partido frente al descendido River Plate.
Sin esforzarse mucho, el Ciclón esperó el momento de abrir el marcador y a partir de ahí manejar con tranquilidad el juego, hasta consumar una goleada de 4 a 0.
Tan carente de sobresaltos fue el encuentro que hasta el arbitraje de Arnaldo Samaniego pasó casi inadvertido, cosa que se espera de los árbitros en cada partido.
Con Cecilio deslucido, pero con otros jugadores azulgranas rindiendo en un nivel elevado, Guillermo Beltrán pasó a ser la figura cerrista, con su presencia inquietante en el área rival.
El primer tanto llegó a los 34’ del primer tiempo. Buscaron a Cecilio en el área, quien no pudo, pero Raúl Cáceres mandó un centro bajo que Beltrán, solo frente al arco, completó con suave toque.
Ni bien arrancó la etapa complementaria Jorge González abrió por la derecha para Josué Colmán y el centro de este lo cabeceó Beltrán en el segundo palo para el dos a cero. No pasó mucho tiempo y, tras jugada de Cecilio, el “Torito” González convirtió el tercero con remate bajo.
El juego estaba definido, pero el recién ingresado Julio Villalba completó el “póker” de goles con el que el Ciclón rindió tributo al “Chape”.