Igualdad que no satisface

Un empate de 1-1, con sabor a poco, consiguieron ayer en la Arboleda de Trinidad Rubio Ñu y Guaraní. Los goles se convirtieron en la segunda etapa, por intermedio de Rodrigo Teixeira para el Legendario, y para los ñuenses Brian Montenegro, quien empató a poco de haber ingresado.

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Raro fue el planteamiento del entrenador aborigen, Diego Alonso, quien para contrarrestar la falta de gol llenó de volantes a su conjunto. Muy solo se encontró arriba Dante López por más que Iván González lo quiso acompañar en ofensiva, pero sin éxito.

El Legendario exageró con los toques y de las jugadas laterales, que tiempo atrás desequilibraba gracias al alto rendimiento por el costado derecho de Filippini, quien ayer no tuvo preponderancia.

Ante el amontonamiento en la zona medular, al equipo ñuense no le quedó otra que los pelotazos para Cardozo o Vera, pero que surtieron mayor efectividad porque estuvo más cerca del gol que la visita.

En la segunda etapa, Alonso enmendó su error inicial e hizo ingresar a Rodrigo Teixeira con el objetivo de reforzar la zona de ataque del aborigen.

Y el brasileño retribuyó la confianza con creces al anotar el tanto inaugural, a los 12 minutos, tras falla monumental del arquero Chena, quien realizó un mal pase y cayó el esférico justo a los pies del goleador, quien con clase elevó el balón por encima de los defensores para marcar el gol aurinegro.

La conquista hizo que Rubio Ñu adelantara sus líneas buscando la paridad que llegó siete minutos más tarde por intermedio del recién ingresado, Brian Montenegro. Cortada profunda hacia la izquierda para el goleador, quien remató cruzado para igualar.

El golero Chena borró su error al desviar un cabezazo de Teixeira, a un metro del arco. Así se fue el encuentro con el empate que perjudica a ambos.

Diego Alonso, en la cuerda floja

El crédito para el entrenador de Guaraní, Diego Alonso, es cada vez más ajustado. Inclusive si se producía la derrota ante Rubio Ñu, el uruguayo podría haber quedado cesante del cargo.

El vicepresidente Juan Carlos Acosta lanzó dardos venenosos, por elevación, hacia la gestión del “charrúa” al frente del conjunto: “No jugamos a nada. No es posible que con semejante plantel tengamos que empatar a duras penas. Vamos a reunirnos con el técnico para buscar soluciones”, dijo.

La paridad no es el resultado que pretendíamos, sin embargo servirá para recuperar la confianza en lo que estamos realizando. Pronto llegará la victoria”. Carlos Jara Saguier

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