No fue difícil encontrar la casa de Jesús, ubicada en la misma entrada de la ciudad de Limpio, todos los conocen. “Allá a una cuadra de la ruta y la cancha de Nueva Estrella queda su casa”, nos informaron los lugareños.
Por supuesto que el primer regalo de Reyes de Jesús fue una pelota y desde muy chiquito empezó a darle a la redonda, ante la atenta mirada de don Francisco, su padre. A los cinco años ya fue fichado por el club del barrio, el Nueva Estrella, integrante de la Liga Limpeña, y empezó a jugar en la categoría Sub 8, para entonces ya demostraba que era un adelantado. “A los 12 años fiché por Olimpia y fuimos campeones de la categoría 97. Le ganamos en la final justo a Cerro Porteño”, recuerda el volante liberteño.
Estuvo en el Decano hasta los 14 años, sin embargo, no tuvo la continuidad necesaria y debió esperar seis meses para quedar libre. En esa época el técnico Roberto Paredes se acercó a su padre y le ofreció ir a Libertad, aceptando con gusto la invitación. A partir de ahí la carrera de Jesús fue vertiginosa, integró y fue campeón en casi todas las categorías menores del Gumarelo, hasta que un año después, exactamente a los 15 años y 63 días llegó el esperado día de su debut. Su estreno se produjo nada menos que en la despedida del “Cabo” Pedro Sarabia, el 7 de julio del 2012, en la última fecha del Apertura. Definitivamente el futuro le sonreía a la promisoria estrella. Sin embargo, una inoportuna lesión en el tobillo postergó su ascenso. Jesús tuvo que empezar todo de nuevo y su despegue definitivo fue en el Apertura del 2016, cuando fue una de las figuras del equipo que por entonces dirigía Roberto Torres.
Repitiendo esa actuación en este torneo Apertura, donde fue mucho más influyente que la vez anterior.
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Medina es un chico agradecido: “este momento es fruto del trabajo no solo mio, sino también de mis padres. A ellos les prometí las mejoras de esta casa y prácticamente todo lo que gané en el fútbol invertí en ella”.
De su futuro dijo: “tendré que conversar con los directivos, sería lindo aprovechar si se da una buena transferencia. Me dijeron que hay algo de Italia, vamos a ver cómo se desarrolla”.
De la convocatoria a la selección opinó: “Es lo que todo jugador espera. Integrar la selección es lo máximo que le puede pasar a uno”.