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Todo iba por su cauce normal. Inclusive, parecía que el recién ascendido era el Sportivo y el afianzado en el máximo circuito era el Kelito, pero una ingenuidad de Marcos Acosta para tomar en el área a Adalberto González derivó en penal que transformó en gol Nicolás Martínez.
El juego había comenzado 22 minutos más tarde del horario establecido por problemas en el sistema lumínico del estadio de Guaraní.
En el segundo tiempo, Luqueño perdió a Alexis González, expulsado por doble amonestación, y el elenco de la banda roja presionó. No fue la noche de los Acosta, porque Julio, quien había reemplazado a Marcos, fue echado por doble amonestación, en momentos en que su equipo más lo necesitada.
La diferencia fue mínima, con una sobria actuación del zaguero Goiri y una floja gestión del árbitro Marcos Galeano.
Para los riveristas, el penal no se le cobra a un equipo grande. El tema es que tampoco había necesidad de tomar a un rival tras la salida de un córner. De los errores se aprende.