El Sportivo debía aprovechar la “ventaja” otorgada por Libertad al incluir a varios suplentes, reservando a algunos titulares para el juego del miércoles contra Peñarol, por la Libertadores. El “Guma” tiene una deuda enorme con el Apertura.
Fue un arranque alentador auriazul, con el tanto con golpe de cabeza colocado del joven Víctor Villalba y la posterior incursión del combativo Osmar Leguizamón que estuvo a punto de anotar el segundo con un testazo, pero el golero Carlos Servín se lo impidió.
Los auriazules tenían una imagen positiva adelante y negativa atrás. Daban la sensación que se encontraban sobre tierra movediza en defensa, totalmente inseguros.
Con un estupendo tiro libre, Santiago Salcedo estableció la paridad, en momentos en que el partido estaba equilibrado.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Sobre el cierre del primer tiempo una desinteligencia entre Servín y Salcedo le permitió al “Zorro” Bareiro marcar y adelantar nuevamente el equipo visitante, que fue al descanso en ventaja.
Servín fue expulsado al tocar el balón con las manos fuera del área ante una maniobra de Fredy. Las cosas se complicaron al local, que ejerció presión, pero que no pudo llegar al empate porque las decisiones adoptadas al momento de la definición de las jugadas fueron desacertadas.
El Sportivo apeló al fútbol-control. Daba toda la sensación de que si se animaba podía llegar al tanto tranquilizador, pero se jugó por una postura conservadora, que esta vez resultó.
Un plantel tan corto como el auriazul no se puede pegar el lujo de prescindir de los servicios de Julio Dos Santos, con experiencia y visión de juego. Está en el entrenador Fernando Ortiz buscarle la ubicación ideal para explotar su calidad. Dejarlo en el banco y no darle minutos es hasta inadmisible.
vmiranda@abc.com.py