Luqueño se pone bravo en la parte final del campeonato Apertura y con sangre joven logró frente a Cerro Porteño su tercera victoria al hilo.
Hace cuatro años que Luqueño no festejaba tres triunfos seguidos. De la mano del técnico, Alicio Solalinde, quien se jugó con la promoción de jugadores juveniles que ya llaman la atención, Luqueño consigue esta serie de halagos en un momento oportuno, ya que había tocado fondo en la tabla del campeonato y la del promedio, sitial que ahora se empeña en dejar.
Como en el juego ante Nacional, los juveniles auriazules pronto empezaron a imponer su dinámica, su técnica y entusiasmo, sobre la modorra, el desgano y displicencia, de las que hacían “gala” los azulgranas, especialmente aquellos de quienes se espera mucho en cada juego, sobre todo Fabbro y Dos Santos, quienes no estuvieron en el partido y ya no salieron al segundo tiempo.
Buen criterio del técnico, Arce, en cambiar a dos que no existían en la cancha. Pero Cerro debe tener los recambios necesarios para suplir a estas figuras con el nivel que se requiere y con eso no cuenta el plantel cerrista.
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Fabbro perdió la pelota en el mediocampo para la jugada del gol de Derlis Alegre, a los 13 minutos. Alegre hizo estragos de la marca de Víctor Mareco. En la etapa final, otros juveniles se juntaron para el segundo tanto. Tiro de esquina de Fulvio Chávez y cabezazo de Marcelo Ferreira que se metió entre las piernas del arquero, Fernández. Óscar Romero descontó, pero ya fue tarde.