Nace el periodismo deportivo

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Con el fútbol también nació el periodismo deportivo. Hasta el 9 de julio de 1906 la información deportiva no pasaba de ser simples crónicas sociales. Pero ese día, tras la primera fecha del primer campeonato oficial de la Liga Paraguaya de Fútbol, nacieron los primeros periodistas dedicados al deporte. El lenguaje era muy diferente al usado hoy día, pero ya se notaba una intensa pasión…

 

No en balde le dicen el más añejo, pues fueron dos de los clubes fundadores de la Liga Paraguaya de Fútbol. El 8 de julio de 1906 se enfrentaron por primera vez y al día siguiente, lunes 9 de julio de 1906, nació el periodismo deportivo paraguayo. Fue el día en que se publicaron, por primera vez, comentarios deportivos en los diarios capitalinos. Como bien se puede suponer, El Diario, matutino dirigido por Adolfo Riquelme, factótum de la fundación de la Liga Paraguaya de Fútbol y su primer presidente, le dio amplio destaque a la jornada dominguera. El párrafo, titulado "FOOT-BALL: Los matches de ayer", ofrecía una completa reseña de lo acontecido. Reproducimos el texto dedicado a aquel primer encuentro entre Olimpia y Guaraní, extractado textualmente, tal como lo publica Juan Crichigno en su libro "Crónica en el Círculo" (Pág. 12. Editado por Pelpa, 2004).   
  
El más interesante de los tres matchs considerando la fuerza de ambos adversarios, ha sido sin duda alguna el efectuado entre los clubes Olimpia y Guaraní, en la cancha del último, sita en la quinta del General Caballero… Después de varias alternativas lograron los del Guaraní hacer el primer goal por un espléndido high shot tirado desde la extremidad del ala derecha por el señor Salvador Melián mereciendo los aplausos de los espectadores.   
  
Lejos de acobardarse por este percance redoblaron sus fuerzas los del Olimpia, llevando a cabo un ataque cerrado al goal opuesto por una hábil combinación, llegaron al goal donde pasó la pelota el señor Díaz. Le valió este goal varias vivas del público.   
  
Después de los quince minutos de descanso no hubo cambio en las alternativas de la lucha dando ambos bandos pruebas de mucha tenacidad a pesar del excesivo calor que hizo. Los jugadores que más se distinguieron en el club Guaraní fueron los señores Jurrita (goal), Decoud (forward a la izquierda) y Melián (forward a la derecha). De los jugadores de Olimpia se distinguieron todos los forwards sin excepción, como también el suplente señor Weyler, el señor Marecos (halfback) y Gaona (goal).   

El juego en general fue demasiado de hombre a hombre, hecho que seguramente debe atribuirse al poco ejercicio de ambos bandos. Esperamos ver en otras ocasiones un juego más limpio y franco, un fair play, como dicen los ingleses".   

No falta la alusión al árbitro, ya desde aquel primer encuentro oficial de la historia: "El referee señor Walter Haywood, estuvo como siempre a la altura de sus antecedentes". (Cuáles habrán sido esos antecedentes, si este era el primer juego…).  

"Con el empate producido en el juego de ayer ha quedado el público en una gran expectativa, que se traducirá en una numerosa concurrencia que seguramente hará acto de presencia en los próximos matchs".   

La misma crónica refiere que ese día General Díaz le ganó a Nacional 3-1, en tanto que Libertad venció a 14 de Mayo 2-0 pero el partido se suspendió "Por algunos incidentes"…

Olimpia tardó seis años en gritar su primer campeonato, mientras que  Cerro logró su primero ocho meses después de incorporarse a la Liga. Dos años seguidos pelearon por el título, marcando el comienzo de una rivalidad que se volvió tradicional.

El clásico de los clásicos apasiona más que ningún otro encuentro. En 99 años de historia se enfrentaron infinidad de veces, pero nunca dejó de ejercer su enorme atracción, aún en tiempos en que ambos atravesaban periodos de "vacas flacas".

Cientos de futbolistas pasaron por ambos clubes, pero aquellos que jugaron los primeros clásicos son los que perduran en la memoria.


Sosa Gaona, Mena Porta, Masi,  en Olimpia;  los hermanos Avila y el legendario Martín Carballo en las huestes del Ciclón.

El clásico de los clásicos

Así le llamaban, tiempo atrás (y no tanto, en realidad), los Fernando Cazenave, Ovidio Javier Talavera, Jaime Arditi, Pedro García, etc., al encuentro entre Cerro Porteño y Olimpia u Olimpia y Cerro Porteño, conforme cual de los dos fuera local en la oportunidad. La atosigante polución idiomática procedente de nuestros vecinos de las Provincias Unidas del Sur (así dice el himno argentino) terminó por contaminar un invento bien paraguayo para adoptar el "superclásico" con el que los porteños bautizaron el "Boca-River) allá por los tiempos de Fioravanti, Ortega Moreno, Ardigó y Caffarelli.   
   
Sea como fuere, no es casualidad que Cerro Porteño y Olimpia se hayan adueñado de las preferencias de la afición deportiva paraguaya, discutiéndose –sin solución de continuidad– cuál de los dos tiene mayor arrastre. Unos y otros se adjudican la mayoría, cosa por cierto no demostrada por ninguno de los dos. Tal vez si se incluyera en el censo nacional del año que viene una pregunta más, sobre los clubes deportivos, podríamos tener una respuesta verídica. Pero eso es harina de otro costal.   
   
Olimpia, como se sabe, se fundó en 1902 y Cerro Porteño diez años después. Olimpia es el único equipo que ha jugado todos los campeonatos de primera división organizados por la Liga primero y la Asociación después, ya que el otro que pudo haber compartido ese honor, Guaraní, pidió permiso y no jugó un par de campeonatos, allá por 1912 y 1913. Olimpia salió campeón por primera vez en 1912, con un equipo compuesto, entre otros, por el golero Angel Hermosa, Gorostiaga, César Mena Porta, Rivarola, M. Talavera, J. Sosa Gaona, A. López, F. Masi, C. Oliva, C. Báez, B. Muñoz, J. González, Berkemeyer y J. Caballero.   
  
Cerro Porteño, por su parte, fue campeón invicto ya en 1913, después de haber ganado un torneo de clasificación el año de su fundación, eliminando a Ríver. Aquel primer equipo campeón de Cerro estuvo conformado por: Cáceres, Fernández, Benítez, Cañiza, Denis, Aguilera, Rojas, Jara, el legendario capitán Martín Carballo y los hermanos Lázaro y Dámaso Avila. Segundo fue Nacional, tercero Sol de América y último, Olimpia.   
  
La rivalidad comienza el año siguiente, ya que ambos equipos igualaron en el primer lugar los torneos de 1914 y de 1915. En el primero de ellos, terminaron con 15 puntos cada uno y se jugaron tres partidos de desempate por el campeonato. El primer match terminó 2 a 2, el segundo 1 a 1 y recién en el tercero Olimpia pudo doblegar a su rival: 3 a 2. En el segundo, en 1915, acumularon 12 puntos cada uno, empatando en la primera posición. El 25 de noviembre se jugó el primer match de desempate y terminó 1 a 1. Ocho días después se jugó el segundo partido, que terminó en otro dramático empate: 4 a 4. Se jugó tiempo suplementario y Cerro fue una tromba que anotó 3 goles más. El resultado final, que le dio la victoria y su segunda estrella, fue de 7 a 4. Desde esa vez nació el mote de "El Ciclón".   
  
Y desde entonces dos, tres, cuatro y hasta seis veces al año se enfrentaron con gran fervor popular y renovado entusiasmo, reviviendo partido a partido la gran rivalidad entre los dos.

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