Ni muerto ni santo

Rubio Ñu dejó en claro que no está muerto en el campeonato. Tampoco puede decirse que es un “santo” al que sus fieles “veneran” porque la orfandad de público fue notoria en Trinidad a raíz de la mala campaña del equipo y de la crisis económica que afecta al club y al plantel.

De ahí que el cuadro ñuense pasó por alto los días de difuntos y santos, dedicándose a espantar las “brujas” que revolotean La Arboleda.

Y de entrada se llevó un susto. La tendencia del partido no estaba para uno ni para otro. Pero un error en la salida del arquero ñuense, Blas Valenzuela, fue aprovechado por Diego Vázquez quien habilitó a Cristian Ovelar frente al arco para que este convierta el primer gol del partido a los 12 minutos.

Eso fue todo para Sol en el primer tiempo y el que orquestó mejor su fútbol a partir de ahí fue Rubio Ñu. Un cabezazo de Nery Cardozo al travesaño fue el corolario de los intentos albiverdes por llegar a la igualdad en el primer período.

Siguió siendo mejor el local en el arranque del segundo tiempo y a los 9’ de esa etapa apareció la izquierda de Maximiliano Lugo que cambiaría la historia. Se vio un partido de ida y vuelta, pero otro golazo del zurdo Lugo borró a Sol y a sus ilusiones.

Como si hubiese ganado el título

Un festejo casi apoteósico se vio al final del encuentro en La Arboleda, entre jugadores y allegados al plantel de Rubio Ñu.

En ese sentido, la figura del partido, Maximiliano Lugo, refirió: “Estamos felices porque necesitábamos esta victoria para levantar cabeza y hacer pasar los malos momentos. Fue difícil porque empezamos con algunas dudas y Sol se adelantó en el marcador”.

Agregó: “Pero por suerte todo el equipo se comportó magníficamente y pudimos dar vuelta el resultado. Yo, feliz por haber sido alistado como titular y por haber logrado los dos goles para este triunfo muy importante”.