Olimpia, dueño del clásico y de la punta

Olimpia se adueñó del primer clásico del año al vencer a Cerro Porteño 1 a 0, en el “Defensores”. El único tanto lo convirtió Néstor Camacho, luego de que Alfredo Aguilar le detuviera un penal a Diego Churín. El Decano se afianza en la punta del torneo Apertura.

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Un gol definió el partido

El clásico confirmó los momentos dispares que viven los tradicionales rivales de nuestro fútbol. Olimpia, ocupando la punta y consolidando cada vez más su equipo, con jugadores de jerarquía que marcan la diferencia, hizo presa fácil de un Cerro Porteño desdibujado y a esta altura, desorientado.

Todas las dudas que nacen en la misma conducción técnica azulgrana se evidenciaron al realizar Zubeldía su primer cambio, cuando apenas se jugaba el primer minuto del partido.

Una vez más, humillado un jugador juvenil puesto por el reglamento del Sub 19, al ser relevado sin haber siquiera tocado la pelota.

Ingresó Insaurralde, quien no tuvo mucha participación, pero era un generador de fútbol, que es lo que en estos momentos escasea en Cerro Porteño. Más tarde, Insaurralde sería nuevamente cambiado, dando la sensación de que en Cerro no había ideas ni respuestas a su propia incertidumbre.

Olimpia tampoco era exponente de un fútbol atildado, pero con jugadores de mayor peso en el juego, pudo dar el golpe que definió el partido, en un remate aislado de Camacho, que encontró frío a Antony Silva.

Atacando con desorden, Cerro Porteño tuvo un penal por mano de Juan Patiño, dentro del área franjeada. El goleador cerrista Diego Churín pidió ejecutar el remate, pero lo hizo tan displicentemente que el arquero Alfredo Aguilar no tuvo mucho inconveniente para desviar la pelota junto al poste derecho. El penal malogrado incidió en el ánimo de los cerristas, que no encontraron salida al acentuado bajón que mostraron dentro de la cancha.

En el anticipo, siempre perdían los azulgranas. El lateral izquierdo, Arzamendia, exhibe cada vez más dificultades cuando tiene que marcar a rivales veloces y habilidosos. Lo de Jorge Rojas se vuelve intrascendente al no aparecer sus desbordes y corridas. Churín fue el único referente en ataque azulgrana, hasta que ingresó Oviedo, hacia el final.

El capitán olimpista William Mendieta dejó todo en la cancha hasta donde pudo, dando un ejemplo de cómo se juega un clásico.

Las claves

1. El penal malogrado por Diego Churín, a los 14’ del primer tiempo, estando el partido con marcador en blanco, desdibujó por completo a Cerro Porteño dentro del campo de juego. El goleador ejecutó de forma displicente el tiro desde los doce pasos, a sabiendas que enfrente tenía a Aguilar, un arquero de grandes condiciones y atajapenales.

2.  El partido no tuvo un juego depurado. Olimpia manejó mejor la pelota que Cerro Porteño. Lo hizo con más criterio desde el comienzo del encuentro. Además, los jugadores claves del cuadro franjeado aparecieron para inclinar la balanza a su favor. Gran trabajo de Sánchez en el mediocampo, igual que Mendieta y Camacho.

3.  En la conformación de ambos equipos, también acertó más el técnico franjeado, Daniel Garnero, que su colega cerrista, Luis Zubeldía. El cambio de Alan Rodríguez, al minuto de juego para el ingreso de Insaurralde y la posterior salida de este para dar paso a Novick, mostraron muchas dudas en el DT azulgrana.

spena@abc.com.py

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