“No puedo ir a una cancha donde no me brindan seguridad. ¿Qué pasaba si jugábamos y ganábamos? ¿Quién me saca de ahí? Si la gente estaba loca antes de entrar imaginate si les dábamos la vuelta en su cancha... ¡me matan! No voy a jugar en una cancha donde puedo morir”, dijo Pérez tras salir de una clínica privada, donde le revisaron la lesión que sufrió en el ojo.
El capitán de Boca Juniors aseguró que ningún médico de la Conmebol lo revisó o se preocupó por su salud tras la agresión. “Nunca, repito, nunca me vinieron a ver. (Un médico) fue al vestuario y firmó un papel diciendo que yo estaba en condiciones (de jugar), y no veía nada. No me vino a ver ni al hospital, jamás me revisaron. No vino el médico de la Conmebol, debe tener alguna orden de que no me viniera a ver. Si a mí me sacan el ojo, no me lo paga nadie”, precisó.
El sábado, tras los incidentes, el Dr. Osvaldo Pangrazio, del cuerpo médico de la Conmebol, había informado que las lesiones sufridas por los dos jugadores de Boca (el otro era Gonzalo Lamardo), no era “causal para la suspensión del partido”.
Pérez aseguró que el autobús recibió piedrazos “hasta la puerta del estadio” y que los vidrios estallaron. “Creo que me rozó la astilla de un vidrio, había vidrios por todos lados”, afirmó.
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Hoy define la Conmebol
El partido de vuelta de la final de la Libertadores, que se iba a celebrar el sábado en el estadio de River, fue aplazado para el domingo por la Conmebol debido a los ataques de hinchas violentos del Millonario a los jugadores de Boca cuando llegaban en el autobús y que dejó a varios futbolistas heridos. El domingo se pospuso nuevamente el partido porque, según la Conmebol, no estaban dadas “las condiciones de igualdad”.
Este martes los presidentes de River y Boca se reunirán en Asunción con su homólogo de la Conmebol, Alejandro Domínguez, para definir cuándo y cómo se jugará el encuentro definitorio, tras el 2-2 de la ida.
La antesala de la reunión está plagada de conjeturas, rumores, presiones y acusaciones cruzadas. Boca está firme en el reclamo de que le sean otorgados los puntos.
En cambio, el presidente de River, Rodolfo D’Onofrio acusó a su homólogo de Boca, Daniel Angelici, de traición luego de que apelara al Tribunal de Disciplina de la Conmebol. “No hay ninguna posibilidad de que le den por ganado el partido a Boca. Si sucede será una vergüenza absoluta y total, una de las más grandes traiciones que puede hacer alguien”, dijo D’Onofrio.
