El primer punto cuestionado por los altoparanaenses es que no puedan jugar en su estadio esta serie cuando que en todo el torneo del Nacional B pudieron actuar en su coliseo, con capacidad para 3.000 espectadores, ocasionando un perjuicio económico.
El cotejo de ida del próximo domingo, marcado para las 16:00, se desarrollará en El Mensú de Minga Guazú y no en Kaarendy, porque un sector del coliseo “militar” presenta fallas estructurales que pueden poner en riesgo a los aficionados.
El tema central de la reclamación de General Caballero está relacionado al límite de edad, pues en este repechaje se tiene en cuenta el reglamento de la APF y no en el de la UFI. En ese sentido, la Primera B establece que pueden ser alistados jugadores nacidos el 1 de enero de 1992 en adelante, con la salvedad que pueden actuar hasta seis atletas que pasen la edad de 26 años.
“General” armó un grupo de futbolistas experimentados porque el certamen de la Unión es de categoría libre, es decir sin límite alguno.
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“Debemos acatar las reglas que nos imponen; esto es un despropósito, nos perjudica”, expresó entre otras cosas ayer a ABC Cardinal el presidente del club del Alto Paraná, Julio Aldama.
La serie de la Promoción se cerrará el sábado 3 de noviembre en el General Díaz de Luque, en juego marcado para las 18:00, con localía de Tacuary.