La incertidumbre en torno a las alineaciones es total. El entrenador de River, Marcelo Gallardo, no podrá contar con uno de sus delanteros titulares, el colombiano Rafael Borré, por acumulación de amarillas. Ignacio Scocco, quien lo suele reemplazar, tampoco está disponible, en su caso por lesión.
Por eso, Gallardo analiza alinear un equipo con cinco centrocampistas o cinco defensores y un solo delantero: Lucas Pratto. El que sí regresará al equipo tras recuperarse de su lesión es el capitán y centrocampista Leonardo Ponzio.
Por el lado de Boca, el delantero Cristian Pavón, que en la ida tuvo que ser reemplazado por lesión a los 26 minutos, no se recuperó y está descartado. Sin embargo, el entrenador Guillermo Barros Schelotto lo incluyó en la nómina de citados. El centrocampista colombiano Edwin Cardona y los delanteros Carlos Tévez, Mauro Zárate y Darío Benedetto luchan por su lugar en la alineación titular.
Megasuperclásico
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“Hay que inventar palabras nuevas para este partido. Ya no es un superclásico, es un megasuperclásico”, aseguró el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que arribó a Buenos Aires para asistir a la inédita final entre los dos clubes más populares y poderosos de Argentina.
“El que pierda cargará una cruz de por vida”
El eventual perdedor de la histórica final de la Libertadores entre River y Boca deberá cargar “una cruz de por vida” aseveró el chileno exdelantero Marcelo Salas, ídolo del plantel de la banda roja. Salas puntualizó que “el que gane celebrará para siempre, y el que pierda deberá cargar con una cruz de por vida”. “Es la final del mundo porque en Argentina se vive el fútbol como en ninguna otra parte”, sostuvo el Matador Salas, que jugó en dos etapas en River.