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Quiñónez tapó una pelota, que cayó en las piernas de Nanni, tras un centro de Bonet. Rubio Ñu creció paulatinamente en su fútbol, pero sin claridad y juego colectivo en ataque. Barreto contuvo dos remates, primero de Chamorro y luego de Lucena, tras vacilaciones defensivas del Ciclón, que dejó espacios en el fondo. Siguió sufriendo, pues Ledesma estuvo a punto de abrir el marcador, cuando “Ganso” Benítez lo trabó oportunamente.
Un disparo fortísimo de Mareco impactó en el travesaño del arco rival sobre el final del periodo inicial, que colectivamente dejó muy poco; así, con las vacilaciones y desaciertos del árbitro Enrique Cáceres.
El Ciclón encontró apoyo en su público, que no acudió en masa, como se esperaba. En la primera acción clara, Salcedo apareció habilitado y con un sutil golpe de cabeza abrió el marcador, que comenzó a cambiar el curso de la historia. El equipo de Arce empezó a despertarse un poco más, sin perder el orden táctico y su estilo de juego, de administrar con criterio el balón, pero sin peso ofensivo.
Dos Santos remató con potencia, tras un despeje corto de la defensa rival, y Quiñónez se lució con sensacional tapada. Lesdema, tras gran acción individual, respondió con un disparo fuerte, pero Barreto estuvo atento y contuvo. Una habilitación perfecta de Nanni, terminó en el segundo gol azulgrana cuando Salcedo definió con gran clase ante el achique del golero ñuense. El equipo albiverde mejoró con el ingreso de Gamarra, quien descontó con un tiro libre sobre el final.