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Rubio Ñu salvó apenas el examen que le planteó Guaraní en “La Arboleda” de Trinidad. Dentro de lo parejo del encuentro, el Aborigen buscó más el arco adversario hasta llegar al gol en el segundo tiempo. Pero con eso no le alcanzó para ganar y tuvo que resignarse al empate.
Los dos equipos conocen de campañas similares en el campeonato. Y ambas no son buenas, por lo que tanto ñuenses como aurinegros se encuentran en una situación de “relleno” en el torneo, ya que no están comprometidos en cuanto al promedio y tampoco están al alcance de los primeros puestos.
Recién en la etapa complementaria se vieron jugadas quemantes frente a los arcos. Guaraní se lanzó a buscar el gol y lo consiguió a los 13’ de esa etapa. El juvenil Eric Cristaldo envió la pelota al área para Derlis González. Este salió de la marca de Rodríguez y mandó el pase al medio para que Jorge Mendoza coloque el balón en la red.
También fue un examen para el árbitro debutante, Édgar Barreto. Su único error fue que al autorizar un tiro libre para Rubio Ñu, demoró el ingreso de Santander por Derlis, lesionado, y ahí se produjo el empate ñuense, logrado por Maximiliano Lugo.
Una sola objeción
El partido entre Rubio Ñu y Guaraní sirvió como prueba de fuego para el nuevo árbitro de Primera División, Édgar Barreto, de profesión escribano, de 28 años de edad.
La única objeción a su trabajo provino del sector aborigen y hace referencia al tiro libre que autorizó para Rubio Ñu, sin dar cabida antes al ingreso de Federico Santander por el lesionado, Derlis González, quien había sido retirado en camilla por orden del juez.
“No entiendo por qué no hizo atender al jugador, sino que lo hizo retirar en camilla y detuvo el cambio que nosotros ya lo teníamos preparado”, señaló el técnico aurinegro, Fernando Jubero. Por su parte, sobre el mismo tema, el autor del gol, Jorge Mendoza, culpó a la desatención defensiva.