La amena charla con nuestro diario fue compartida por su esposa, Patricia García (27), hija del recordado exjugador Luis García Siani, y su pequeña hija, Fernanda (5), nacida en Chile. Reveló que la selección paraguaya es una asignatura pendiente en su carrera y su objetivo es volver a ser convocado: “Tengo la ilusión de jugar el próximo Mundial, de Rusia, en el 2018. Sueño con la Albirroja”, aseguró.
“El inicio de mi carrera fue anecdótico, tras debutar en Nacional, en el Apertura del 2006, me llegó una oferta del Puerto Montt de Chile. Los directivos dudaron en transferirme, pero en ese entonces el entrenador del equipo era mi suegro (Luis García Siani) y él recomendó que me vendieran. Fue contundente su exposición, al expresar a los dirigentes, que ‘puede ser transferido, porque yo no lo voy a utilizar’ y así empezó mi periplo internacional”, aseveró entre risas.
Estuvo un año en esa entidad, para luego ser transferido al Universidad de Concepción, también de Chile.
En ese club militó por tres años y ganó la Copa de Chile del 2009. Gracias a sus grandes actuaciones, el Emelec lo tentó con una muy buena oferta económica y se vino a Ecuador, en el 2010.
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Fernando Giménez siguió marcando diferencia y en abril del 2012, el entonces entrenador de la selección paraguaya, Francisco Arce, lo convocó por primera vez para un amistoso ante Guatemala, jugado en el estadio “Mateo Flores”.
No pudo ser mejor el estreno, pues fue autor del pase (tiro de esquina) para que Ricardo Mazacotte abriera el marcador, a los 6 minutos de juego. Con ese gol ganó la Albirroja a los guatemaltecos por 1-0.
“Jugar en la selección es algo muy lindo y especial. Lastimosamente no tuve la suerte que hubiera querido tener. Luego de aquel amistoso ante Guatemala no pude estar en tres convocatorias más. Una cuando se hizo la aclimatación en La Paz, también con ‘Chiqui’ como técnico. Mi club me negó el permiso por las tres semanas que iba a durar el proceso y solo quiso que me integre en los últimos siete días, como estipula la FIFA, pero Arce descartó esa posibilidad. La otra fue para un amistoso ante EE.UU., Gerardo Pelusso fue el estratega, pero sufrí un esguince de tobillo antes y no pude asistir. Y la última fue la más traumante. También con Pelussso de entrenador, para los partidos ante Venezuela y Argentina, por las eliminatorias pasadas. Estaba previsto mi viaje a Paraguay un domingo a la noche, luego de un partido por el torneo local. Pero durante el compromiso sufrí la fractura en una mano y el viaje quedó trunco. La selección es una espina que tengo clavada en el pecho, sueño con volver a ser convocado. Mi ilusión es disputar las próximas eliminatorias y luego el Mundial de Rusia 2018. Este es un momento importante en mi carrera y solo espero que el nuevo entrenador me tenga en cuenta”, dijo con determinación.
Sobre la posibilidad de volver a nuestro fútbol, Fernando expresó: “Tuve algunas ofertas, en su momento tuve contacto con gente de Cerro Porteño y Olimpia, pero no hubo acuerdo. El club que estuvo más cerca de llevarme fue Libertad, en la época en que el técnico era el argentino Jorge Burruchaga, pero al final del torneo no renovó contrato y mi ida quedó sin efecto”.
En la despedida, Fernando nos cuenta: “Mi casa construida en Villa Elisa, a pedido de mi señora, para estar cerca de sus padres, está en la fase de terminación y eso significa que en cualquier momento podría regresar a nuestro país, para proseguir con mi carrera”.