“Ni Stroessner se atrevió a tanto”

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Los parlasurianos Ricardo Canese (c), Juan Bogado Tatter (i), y Manuel Morínigo (d), vicepresidente de la delegación.
Los parlasurianos Ricardo Canese (c), Juan Bogado Tatter (i), y Manuel Morínigo (d), vicepresidente de la delegación.Archivo, ABC Color

El representante paraguayo en el Parlasur Ing. Ricardo Canese aseveró ayer –en rueda de prensa– que ni el exdictador Alfredo Stroessner, ni (Juan Carlos) Wasmosy, ni (Horacio) Cartes se atrevió a hacer lo que el actual presidente Mario Abdo Benítez, que ha perpetrado con la firma del “Acta Bilateral”, dejando “sin colchón energético” a nuestro país.

En ese sentido, aseveró que (Jair) Bolsonaro, presidente del Brasil, y Abdo Benítez, de Paraguay, han firmado, a través de sus embajadores, un “acuerdo secretista”, objetado por técnicos de su confianza, como eran los ingenieros Pedro Ferreira y Fabián Cáceres, razón por la cual “fueron echados” de sus cargos. “Ellos no renunciaron”, afirmó.

Al referirse a un comunicado entregado a la prensa, Canese manifestó, además, que la delegación paraguaya, conformada por Nelson Argaña, Blanca Lila Mignarro, Enzo Cardozo, Juan Félix Bogado Tatter, Luis Neumann y Manuel Morínigo, también denuncia que el Acta Bilateral representa una “modificación gravísima” del Tratado de Itaipú, razón por la cual debe pasar por el Congreso y el Parlasur, de lo contrario no debe entrar en vigencia.

Afirmó que si en estas condiciones aparece una industria que necesita mucha energía, el Gobierno le va a tener que decir que vaya al Brasil, o si no (Marito) le va a tener que “pedir de rodillas” a Bolsonaro un poco de energía, y este le va a aplicar precio de mercado, “que es una fortuna”.

“Además, perdemos la energía barata (adicional a la garantizada y los excedentes), que representan US$ 250 millones. Eso representaría un tarifazo o la destrucción del sistema eléctrico”, alertó.

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Acotó que se renuncia al 50% que le corresponde al país de esa energía adicional a la garantizada y se queda con el 13%. “Perdemos las aguas del embalse, que valen una fortuna, pero se le entrega al Brasil gratis”, dijo.