FERNANDO DE LA MORA (Antonia Delvalle, corresponsal). Las principales inquietudes de los frentistas de la Ruta II Mariscal Estigarribia son el poco informado plan de expropiaciones e indemnizaciones en el corredor del proyecto metrobús así como las pérdidas económicas que les producirá la clausura de la vía, que durará unos 20 meses mientras sea acondicionada.
Esto lo dijeron durante el desarrollo de una audiencia pública en la mañana de ayer en la asociación de Veteranos de la Guerra del Chaco. Los pobladores asistentes en varias ocasiones les gritaron “mentirosos” a los funcionarios del MOPC, así como “fuera”, “váyanse de acá”, etcétera.
Señalaron que urgen conocer las medidas de mitigación en relación a que se quedarán sin espacios para estacionar vehículos en el corredor, lo que afectará la concurrencia de clientes. Aseguran que no se tratará de una expropiación sino de confiscación de sus predios.
Una ciudadana manifestó que por ley les obligan a vender lo que no quieren vender, y que les pagarán un precio fiscal con el cual tampoco estarán de acuerdo. Así también, refirió, le exigirán a abonar por trámites en escribanías, que de seguro el mismo Gobierno designará.
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Enfatizó además que se trata de “una gran estafa” porque hay demasiados cabos sueltos. La principal angustia es que se quedarán sin aparcamiento, insistió, ya que hace décadas, cuando se realizó el ensanchamiento de la ruta ya les quitaron a la mayoría 4 metros de frente y nunca el MOPC les pagó.
Al respecto, el encargado del proyecto, Ing. José Tomás Rivarola, mencionó que aún existe una franja de dominio del MOPC y que aunque se esté utilizando como estacionamiento, la cartera de Estado tiene la libertad de disponer del espacio. En varias ocasiones fue interrumpido por gritos de protesta.
Además, Rivarola aseguró que la Municipalidad tiene ordenanzas que prohíben estacionar en la vereda, por lo que cada comercio debe tener su propio lugar para aparcar. Otro cuestionamiento ciudadano fue que el precio del pasaje será el que se abona en un bus diferenciado (G. 3.300), que consideran elevado. Gladys Mancuello criticó severamente que a pesar de que desde 2010 se habla del proyecto, aún no se sabe si el metrobús será movido a electricidad o gasoil.
A este último punto Rivarola respondió que esto no tiene que ver con la operación del servicio y que todavía se están estudiando otras tecnologías más convenientes a definir.
Refirió que existe una posibilidad de revisión del proyecto para tener en cuenta necesidades específicas de los frentistas. Señaló que esta clase de reunión es fundamental para saber las necesidades de la gente.
En tanto, los afectados lamentaron que el Gobierno haya adjudicado la obra a una firma cuya puntuación cayó en la bolsa de valores (Mota-Engil). Esto hace sospechar de que no pueda cumplir en tiempo y forma los trabajos, pero Rivarola expresó que se pedirá garantía bancaria a la empresa y que en caso de que no cumplir se hará una nueva licitación.
