FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). Después de más de cuatro años del inicio de las obras del acueducto en el Chaco, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) está ultimando los detalles para la segunda fase, que consiste en la construcción de cuatro centros de distribución, estaciones de bombeos y obras de aductoras por 190 kilómetros, en este caso desde Loma Plata hacia otras diferentes localidades del Chaco Central.
Las obras previstas para esta segunda fase ya fueron adjudicada el año pasado al Consorcio Chaco, integrado por las empresas Rovella Carranza SA y Talavera Ortellado SA, por G. 143.334 millones, con un anticipo de G. 26.063 millones y 18 meses de plazo para la ejecución de los trabajos.
Las definiciones para esta segunda fase del acueducto se dan después de más de cuatro años del inicio de las obras de la primera fase, que aún no está terminada, pasando por un enorme retraso en la colocación de tubos bajo tierra, desde Puerto Casado a Loma Plata, en total 203,4 kilómetros.
En estos más de cuatro años desde el inicio del emprendimiento, solo se colocaron 95 kilómetros de los referidos tubos para la conducción del agua desde el cauce del río Paraguay.
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Desde enero pasado estos trabajos se han reanudado y el coordinador de Obras de Agua Potable del MOPC, Hugo Ruiz, prometió que se procurará terminar definitivamente con la primera fase en agosto próximo.
Para anticipar las construcciones locales en los distritos, el intendente de Filadelfia, Holger Bergen, propuso en una reciente reunión con gente del MOPC expandir las redes de proveedores locales, principalmente en las comunidades indígenas, “a fin de que la ciudadanía tenga agua corriente, aun sin la llegada del acueducto”. Bergen dijo que el MOPC ve con buenos ojos este adelantamiento de los trabajos locales.
Fiscalizaciones millonarias
Para la fiscalización de las obras de la segunda fase existen dos ofertas, por un monto por más de G. 12.350 millones. El largo retraso de la primera fase hizo que el MOPC volviera a licitar la fiscalización de la primera fase, ya que el primer contrato del consorcio fiscalizador Aguas del Chaco (Control Consultaría y Servicios de Ingeniería SA y Hidrocontrol SA) expiró con 27 meses. Ahora este mismo consorcio fue recontratado por 28 meses, por G. 7.000 millones, mientras el primer contrato había sido de G. 9.000 millones. Es decir, solo para fiscalizar la primera fase y en especial la colocación de los caños se está pagando ya G. 16.000 millones, algo que aparenta totalmente irracional.
