–¿Cuáles son las principales amenazas para el desarrollo en nuestro país, que no da muestras de que se quiere hacer bien las cosas en el sector educativo?
–No habrá desarrollo sostenible sin una educación pública de calidad, que es la apuesta para la construcción de una sociedad justa y de oportunidades para todos. Muchos países de Latinoamérica ya han iniciado las grandes transformaciones con el fin de mejorar sus sistemas educativos. En nuestro país, si bien estamos atrasados, hoy contamos con una ciudadanía activa que nos interpela y, felizmente, se halla dispuesta a acompañar los grandes cambios. Esto nos convoca a la gran oportunidad de dar un paso trascendental en la transformación del sistema educativo nacional.
–En ese proceso, ¿qué representa la aprobación de la nueva ley orgánica del Ministerio de Educación, que hoy espera la sanción del Congreso nacional?
–Es la oportunidad de dejar a un lado un sistema educativo cuya organización y funcionamiento responde a las necesidades del siglo pasado, una institución como el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), que ostenta cicatrices de años de abandono y de gestión clientelista y prebendaria, que no tiene con qué responder a las demandas e innovaciones de una sociedad del conocimiento, y que históricamente ha fungido de “plataforma política electoral”. El país está ante la gran oportunidad de instalar un modelo de ministerio de educación organizado y enfocado a la innovación, a la desconcentración y participación social en la educación, y principalmente en la misión de educar. Responder a una deuda histórica de un marco jurídico y de ordenamiento acorde a un funcionamiento transparente y orientado a resultados es una responsabilidad imperiosa.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Todo esto se halla contenido en el gran proyecto de carta orgánica del MEC, un proyecto que trae consigo cuatro años de proceso ininterrumpido de construcción participativa entre todos los sectores de la sociedad paraguaya. Es un ejemplo de madurez política y patriótica de senadores, diputados, ministros, docentes, jóvenes, gremios y empresarios, que han plasmado sus visiones y anhelos en lo que apuesta a ser el ícono del proceso de transformación de la educación paraguaya.
–¿Este paso está acorde con el sentido de transparencia que el gobierno actual busca imprimir a todos los ámbitos?
–Absolutamente. Y es el primero de los pasos en el ámbito de la educación. Esta acción permite instalar una cultura de transparencia en la institución rectora de la educación de nuestro país, un ejemplo de que las políticas educativas pueden sostenerse a pesar de las diferencias coyunturales y sectarias de los distintos gobiernos. Un proceso que al interior de la institucionalidad ministerial ha convocado visiones y acuerdos con cuatro ministros, 16 viceministros y mayor número de funcionarios que, a través del paso de estos años han tenido la responsabilidad de acompañar e impulsar tan anhelada y postergada reforma institucional.
–¿En qué estadio se encuentra el proyecto de ley orgánica del MEC?
–Hace tan solo tres semanas que la Cámara de Senadores daba sus últimas aprobaciones a las propuestas de ajustes de la Cámara de Diputados, y esta última tiene hoy la gran responsabilidad de ser coartífice de este proceso de materializar este avance.
Cultura de la ineficiencia
Hoy, como sociedad, estamos ante la oportunidad de dejar atrás la cultura de la ineficiencia, de la corrupción y de la discrecionalidad. Si bien grandes avances ha habido, este gobierno tiene la gran oportunidad de materializar, desde la educación, la apuesta por la transformación a una cultura y un modelo enfocado a la transparencia y la innovación. Nos sentimos orgullosos de aquellos que, en cumplimiento de sus responsabilidades, han tenido el coraje y compromiso de promover las transformaciones que el sistema requiere. La sociedad se siente esperanzada de poder mirar hacia el futuro, con la seguridad de que somos capaces de construir las bases para un sistema educativo de calidad, a través del cual todos los ciudadanos del país tengan la oportunidad de desarrollarse y mejorar su calidad de vida.
