Las ONGs que recibieron mayores transferencias directas para construcción de sistemas de agua potable fueron la fundación “Resedá Poty” y la asociación “Alto Forrest Paraguay”, de acuerdo con datos oficiales. Los informes indican que la primera organización llegó a recibir un promedio de G. 642 millones por cada pozo construido en San Pedro, mientras que la segunda, un precio de G. 740 millones.
Tanto Reseda Poty como Alto Forrest subcontrataron para los trabajos a la firma Bunquer’s, del dirigente colorado José Martínez, amigo del presidente de la República, Horacio Cartes, implicado en la causa fiscal sobre coimas conocida como los “maletines del Puerto”. En este caso, el precio pagado por las ONGs a la “constructora” fue de unos G. 433 millones por pozo.
Sin embargo, los trabajos realizados en el terreno distan mucho de ajustarse a dichas cifras. Nuestro diario publicó varios casos concretos en San Pedro sobre obras que no se ajustaron a las especificaciones técnicas pese a los millonarios precios; incluso, contactamos con varias empresas privadas para calcular el precio real de este tipo de emprendimiento y coincidieron en que no pasa de los G. 250 millones.
A modo de referencia, obtuvimos un cuadro que muestra el desglose de los ítems para la perforación de un pozo (sin equipo de bombeo ni sistema de distribución). Del lado izquierdo se observa todo lo que debe incluir una obra de este tipo y los precios, mientras que al lado derecho está la provisión que realmente se estaría haciendo en el terreno, en mucho de los casos. Así, la construcción del pozo rondaría los G. 122,9 millones, pero algunos de los proveídos con fondos del Indert tendrían un valor real de apenas G. 32,7 millones, debido a materiales deficientes, en algunos casos perforación incompleta y la ausencia de fiscalizaciones (ver cuadro).
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Por ejemplo, en vez de una perforación de 230 m, en algunos sitios no se llegó ni a la mitad de esa profundidad, y no se hicieron procesos técnicos como el perfilaje eléctrico, la prueba de bombeo de 48 horas, los tubos de PVC no cuentan con el diámetro indicado y, en general, los materiales utilizados no son de la calidad adecuada.
Usan cualquier material
ABC contactó también con un profesional del rubro que está proveyendo sistemas de agua como subcontratado de firmas contratadas por ONGs (la intermediación entre el Indert y el ejecutor real de la obra pasa por varias personas, con un millonario sobrecosto).
Pidiendo el resguardo de su identidad, nos dijo: “Yo anteriormente trabajaba con el Estado, pero al no haber un técnico que pueda verificar esto, las ‘constructoras’ dejaron de respetar el pliego de bases y condiciones y realizan los trabajos utilizando cualquier tipo de material. Ahora solo hago trabajos particulares o a empresas que ganan las licitaciones”.
Agregó que llegó a denunciar el hecho a Contrataciones Públicas, pero no hubo ningún resultado.
“No es solo el Indert el que trabaja así, son todas las instituciones que hacen este tipo de obras. El único que hasta ahora respeta las normativas es Senasa. En los otros entes, la gente se presenta y hace cualquier cosa, hacen los pozos a la bartola, es decir que no tienen las características técnicas. Los tanques están hechos de ‘lata de leche nido’ y nadie verifica nada”, lamentó.
Interpelación a Cárdenas
Los senadores del Frente Guasu y Pedro Santacruz, del PDP, presentaron ayer el pedido de interpelación a Justo Cárdenas, titular de Indert. Las preguntas se refieren al uso del Fondo de Inversiones Rurales para el Desarrollo Sostenible (Fides), específicamente en la construcción de pozos. La solicitud será debatida el próximo jueves en la plenaria ordinaria, anunció el presidente del Senado, Mario Abdo Benítez.