Por consiguiente, el mercado paraguayo pudo aprovechar el año pasado solo el 22,7% de la mitad que le corresponde, según el artículo de referencia.
Si comparamos el tamaño de las tajadas de la apetecible torta energética que nos tocó en suerte en 2016 con la del año pasado, comprobaremos que en 2015 fue del 26,2%.
La reducción de la cantidad que consumió el Sistema Interconectado Nacional (SINP) tiene su explicación, la central binacional produjo un 8,7% más en 2016 y el caudal de energía que retiró nuestro país en este año fue inferior en 5,7%, según los registros divulgados por oficinas argentinas de la entidad binacional.
En el SINP, de acuerdo con esta fuente, retiró en 2015 de la usina paraguayo/argentina 2.607.179 MWh; mientras que en 2016 bajó a 2.458.949 MWh.
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Si nuestro enfoque abarca toda la producción de Yacyretá, o sea 21.676.669 MWh y medimos desde esta perspectiva el tamaño de la tajada que se engulló nuestro socio, así como la que utilizó nuestro mercado, concluiremos que los porcentajes son poco alentadores: Argentina 88,7%, Paraguay 11,3%.
En 2015, la participación del SINP fue del 13,1% y de la argentina el 87,9%.
Si el Art. XIII del tratado consagra una distribución igualitaria de la energía, ¿qué pasa, qué pasó con el cuantioso caudal que pertenece a nuestro país y que usufructuó Argentina?
En rigor, este artículo del Tratado reconoce a Argentina el derecho preferente de adquisición; sin embargo, lo que debió ser un simple acto de compra-venta, hoy es una confiscación.
En primer lugar porque cancelaron la vigencia del Anexo C del Tratado, “bases financieras y de prestación de los servicios de electricidad...”, con una Nota Reversal, la del 9 de enero de 1992, cuya validez y vigencia es sostenida unilateralmente por Argentina.
Este instrumento diplomático impone que la compensación paraguaya por cesión de energía sea dividida en dos partes: una, alrededor del 25%, que debió pagarse al contado. La otra, el 75% restante, diferida hasta el 2019, año desde el cual debe abonarse en cuotas anuales, sin intereses.
Sin embargo, ni con la cuotita que debieron pagar al contado cumplieron. El día 28 de diciembre último publicaba ABC Color que “Argentina pagó por la energía de Yacyretá cedida en 2015”. En otras palabras pagaron un año después esa pequeña cuota y aún adeudan la correspondiente a todo el 2016. Del 75% diferido no hay noticias siquiera.
Apenas 6,5% en 22 años
Desde 1994, año de la puesta en funcionamiento de las primeras unidades productoras del complejo hidroeléctrico binacional, hasta el 31 de diciembre del año pasado, nuestros socios por partes iguales en el emprendimiento aprovecharon el 93,3% del cuantioso caudal que produjo la usina, mientras que el mercado eléctrico paraguayo debió conformarse con el 6,5% restante.