El material informativo, titulado “Energía Bruta”, empieza con el “Salto Bruto”, o sea, la altura del “chorro de agua” que cae sobre las paletas de las turbinas, la que en forma conjunta con el generador, gracias a esta fuerza creada por la ingeniería humana, realiza el milagro cotidiano de la luz.
En la primera columna del cuadro apuntan que el “salto bruto fue de 22,75 metros, con el que preveían generar 62.582 MWh (1 MWh = 1000 KWh), pero que realizaron 62.325 MWh.
Abajo, con el título “Energía al SADI” (Sistema Argentino de Interconexión) tropezamos con el dato más relevante de la hoja de rutina del día observado, que prueba una vez más que nuestros socios en condominio, “por partes iguales, de las instalaciones del aprovechamiento hidroeléctrico...”, siguen siendo los privilegiados por los administradores del complejo hidroeléctrico: 90,97% (56,929 MWh).
Si seguimos descendiendo en el informe diario del Departamento Técnico de la EBY confirmaremos una vez más la realidad paraguaya en el aprovechamiento: “Energía al SINP (Sistema Interconectado del Paraguay), 9,03%.
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Gómez del Puerto, en su esquela, añade que el informe de referencia fue distribuido a 41 personas, a través del correo electrónico. “Lo que extraña es que entre esos 41 destinatarios no figuren los nombres del director de Yacyretá, Ángel María Recalde; del canciller, Eladio Loizaga, y mucho menos del presidente de la República, Horacio Cartes, que son las autoridades que deben estar al tanto de la cesión diaria de nuestra riqueza a la Argentina. Con este regalo diario a precio de banana los ‘hermanos argentinos’ aún quieren convencernos de la monstruosa deuda inventada, que supuestamente tenemos con ellos. Es hora de que, aparte del Ejecutivo, también los otros poderes del Estado se manifiesten ante este descomunal despojo y no sea que, como respuesta a nuestra denuncia, seamos una vez más los perseguidos por nuestras propias autoridades de Yacyretá, como está ocurriendo”, advierte.
En el primer semestre del ejercicio en curso los datos de la EBY sobre movimiento de energía alertaban que de la producción total, 1.641.899 MWh, el sistema del vecino país se benefició con el 85,97% y que el remanente, 14,03%, fue retirado por la ANDE, datos que prueban que la tendencia en el cuadro del consumo nacional incluso empeora.
De ese registro se infiere también el tamaño de la tajada de la torta paraguaya que engulle nuestro socio.
Si la generación acumulada en seis meses alcanzó los 10.641.899 MWh, según el Tratado, 5.320.949,5 pertenecen al Paraguay, pero la realidad es diferente. De su parte, nuestro país aprovecha solo el 28,06% y “cede” el 71,94%, para colmo de males sin que la beneficiaria pague al menos con regularidad la “compensación” al Paraguay, cuyo monto y fórmula enfrentan también serios cuestionamientos.
Art. XIII del Tratado
El Art. XIII del Tratado, destacado por el jurista Gustavo De Gásperi (+) como la finalidad o propósito del documento, por tanto inalterable, establece que “La energía producida por el aprovechamiento hidroeléctrico a que se refiere el Artículo I será dividida en partes iguales entre los dos países, siendo reconocido a cada uno de ellos el derecho preferente de adquisición de la energía que no sea utilizada por el otro país para su propio consumo”.