Avda. Ñu Guasu “fue la peor herencia”, afirma ministro

El ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, insiste en que la autopista Ñu Guasu concluirá este año. Las señales, sin embargo, indican todo lo contrario. De hecho, la obra llegó a tener un atraso mayor al 50% y debió haber terminado hace más de un año.

La obra es ejecutada en dos tramos. El tramo I (Estación Botánico-A° Itay), por el consorcio de Heisecke (José L. Heisecke), Tecnoedil (Roque Ardissone) y Ocho A (Luis Pettengill), y el tramo II (ex-Linódromo- Luque), por empresas de Isacio Vallejos y Julio Mendoza Yampey.

En ambos tramos, el MOPC no ha logrado resolver una multiplicidad de indefiniciones que atribuye a la administración que les precedió durante el gobierno de Federico Franco.

“Ñu Guasu es la peor herencia que recibimos de la administración anterior. Es una obra sin proyecto y estamos haciendo proyecto al andar. Hay muchas dificultades, pero la obra se está haciendo”, dijo el titular de Obras Públicas.

Una de las más importantes indefiniciones es la falta de acuerdo con la familia Zapag, propietaria de un terreno por donde debe pasar el túnel de la calle Itapúa, y donde desembocará la mayor parte del tráfico que vendrá de Luque, 25.000 vehículos por día aproximadamente.

En ese sentido, el ministro dijo que confía en que el conflicto se resuelva de acuerdo con las prescripciones de la recientemente sancionada ley de expropiaciones, que enuncia el caso de la avenida Ñu Guasu, aunque dicho instrumento legal aún no ha sido promulgado oficialmente.

Atrasos

Por otro lado, el ministro negó que exista una paralización generalizada en las obras públicas, solo admitió problemas puntuales en algunas de ellas.

“Sí, hay tramos empedrados y algunos puentes que han sido entregados a empresas que no tenían condiciones para llevarlas adelante, que estaban más interesadas en obtener anticipos que en hacer obras. Por esa razón estamos trabajando en fortalecer la unidad de auditoría técnica”, alegó Jiménez Gaona al respecto.

Tampoco el ensanche de la Ruta 3 ni la construcción del Acceso Este han iniciado –ambos debieron arrancar en enero–. Atribuyen el hecho a la falta de liberación de las franjas de dominio.