Centro de Importadores critica duramente las licencias previas

El dirigente afirmó que esta medida encarece el producto e incrementa los tiempos necesarios para los trámites burocráticos a fin de lograr la licencia. “La teoría detrás de esto es que la industria nacional se fortalezca, pero nosotros entendemos que eso está mal hecho. Creemos que si la industria no tiene la misma competitividad de los productos extranjeros, que ya soporta sobrecostos de fletes, despachos aduaneros normales, el Gobierno debería establecer algún tipo de subsidio para que el precio se mantenga hacia abajo”, enfatizó.

Añadió que no tiene sentido alguno encarecer artificialmente los precios en un país como Paraguay, que necesita mucha infraestructura, que está atrasado décadas frente a otros países de la región y el mundo.

En ese sentido, lamentó que el mismo Gobierno esté encareciendo dos productos básicos para la construcción, como varillas de hierro y ahora cemento, a través de licencias previas impuestas del Ministerio de Industria y Comercio.

Carrizosa sostuvo que este tipo de “concepto económico proteccionista” no es lo más apropiado, porque finalmente el perjudicado será el país, como ha venido sucediendo a nuestros grandes vecinos, Argentina y Brasil.

Acciones judiciales

Preguntado sobre qué se puede hacer contra una medida así, que aparece como inconstitucional, respondió: “Nosotros estamos analizando la posibilidad de llevar adelante acciones de inconstitucionalidad. No deberíamos llegar a eso, sino resolverlo antes a través del diálogo, teniendo en cuenta que son medidas que ya no son aceptadas en el comercio mundial”.

Sobre la sospecha de que la medida solo sirve para la corrupción, Carrizosa contestó: “Pasa que estos sobrecostos que se agregan hoy forman parte de la recaudación de los ministerios, a través de la Fuente 30, que son recursos presupuestarios importantes para solventar los gastos de sus actividades, y también sueldos y salarios. Desde que se implementó la licencia previa, ninguna fue rechazada. O sea, no tiene una función de control, sino de recaudación y, de paso, proteger a una industria que no es muy eficiente”.