Una de las consecuencias más relevantes de esta condición laboral es la falta de protección social, tanto de la salud como en la vejez, detalló la economista Verónica Serafini en un informe del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep).
Según la profesional, el problema de la desigualdad que genera el actual sistema de protección social no es solo derivado del marco legal o del modelo económico. Alega que el mecanismo de financiamiento también reproduce la desigualdad al financiar una parte de la cobertura con recursos derivados de recaudaciones tributarias, cuya principal característica es el excesivo peso relativo de los impuestos indirectos.
Paraguay fue avanzando en incluir a más colectivos, como el cuentapropista. Según Serafini dicha propuesta es inviable porque no incluye la fuente de financiamiento, asumiendo que las propias personas deben aportar. El 70% de la población de 18 años o más gana menos de un salario mínimo, lo que hace imposible que pueda destinar recursos a la jubilación, sostiene.