Aunque previamente se había firmado un “convenio marco” en junio de 2009, renovado por cuatro años en abril de 2015, el “Convenio Específico de Cooperación Interinstitucional entre la Municipalidad de Asunción y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC)” sobre el “Proyecto primer corredor metropolitano del transporte público- metrobús o BRT (Bus de Tránsito Rápido)” fue aprobado en la Junta Municipal recién en abril del 2017 y firmado poco después entre las partes, cuyos representantes son el ministro Ramón Jiménez Gaona y el intendente Mario Aníbal Ferreiro, según el documento.
A esas alturas, el MOPC ya llevaba más de un año de haber adjudicado la construcción del corredor del metrobús para el tramo 2 y 3, que incluye la avenida Eusebio Ayala (Asunción) y parte de la ruta Mcal. Estigarribia (Fernando de la Mora y San Lorenzo).
Además, el ministerio ya tenía el contrato firmado, desde el 31 de marzo de 2016, con la empresa constructora portuguesa Mota Engil. Incluso, esta ya había iniciado los trabajos, partiendo desde San Lorenzo, el 9 de enero de 2017.
En el mensaje enviado a la Junta se alegaba que el convenio “tiene por objeto establecer los compromisos de las partes para la coordinación y aprobación de los estudios y diseños, desarrollo, construcción, operación y mantenimiento del proyecto metrobús”. Sin embargo, las obras ya estaban en marcha y gran parte del plan, incluidos los itinerarios, definido por el MOPC.
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Estos antecedentes indican que el MOPC le “madrugó” a la Comuna, y aunque en principio con la Avda. Eusebio Ayala no han surgido tantas protestas, los problemas comienzan ahora que se adjudicó el tramo 1, porque el MOPC ha decidido meter los dos carriles (ida y vuelta) en una sola vía, en este caso las calles Eduardo Víctor Haedo, Luis Alberto de Herrera y Pettirossi.
¿A quién pedir ayuda?
Frentistas que se están organizando pensaban pedir la ayuda municipal, según dijeron, para tratar de influir en el proyecto a fin de lograr un emplazamiento más razonable, porque así como está planteada la cuestión tendrán serias dificultades para acceder a sus propios comercios o inmuebles, pues todo ese corredor será ocupado por el metrobús y no habrá ningún carril para la circulación normal de vehículos particulares. En esas condiciones, menos podrán acceder los clientes, lo que presagia otra posible debacle comercial en la zona, como ya está ocurriendo, inclusive pese a tener más espacios, en los tramos que afectan a fernandinos y sanlorenzanos.
El caso de Pettirossi (Mercado 4) seguramente será el más delicado, por la cantidad de afectados que puede haber, aunque el convenio ya previó, por ejemplo, “destinar los bienes públicos del Estado para la ejecución de las obras y proceder a liberar los bienes de puestos de venta y otras ocupaciones precarias o de permisionaria, solicitando a la Municipalidad la intervención para la desocupación de los bienes de dominio municipal en caso necesario”.
Es decir que la Municipalidad ya entregó a todos, incluidos quienes hoy quieren pedirle protección ante la acometida del MOPC.
Aunque hay una cláusula que otorga a la Comuna la atribución de “supervisar los trabajos y las acciones realizadas en la vía pública bajo responsabilidad del MOPC y/o las empresas contratadas, siendo potestad de la Municipalidad suspender total o parcialmente la ejecución del proyecto”, es improbable que la aplicación de la misma se dé por mera iniciativa de las autoridades.