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Informes que se pueden ver en la página web del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) indicaban ayer que el precio mayorista del tomate de procedencia argentina estaba en Asunción en G. 160.000 la caja de 20 kilogramos, para el tipo “lisa”, y G. 140.000 para el tipo “santacruz”. Los precios de esta hortaliza y de otras han subido en niveles importantes últimamente, tanto que según la última medición del Banco Central del Paraguay (BCP), en enero se encarecieron 36% y fue el principal motivo por el cual la inflación del primer mes se ubicó en 2,6%.
Mientras, en el mercado minorista, a nivel de los principales supermercados capitalinos, el tomate ayer se ofertaba en algunos casos, por kilogramo, en G. 12.500 y G. 13.550, “santacruz” y “lisa”, respectivamente, y en otros casos hasta G. 14.350 el “santacruz” y hasta G. 16.120 el “lisa”.
Esta alta cotización del tomate, que se mantiene desde hace varias semanas ante la escasa producción nacional en esta época del año, evidentemente se está convirtiendo en un fuerte aliciente para los contrabandistas, que según unas imágenes acercadas a nuestro diario traen grandes cargamentos en lanchones, a través del río Paraguay, y los descargan en orillas cercanas a Itá Enramada, aunque no en el puerto mismo, donde funciona una oficina de Aduanas. Llama la atención la libertad con la que se mueven por el río, sin ser molestados por los aduaneros ni la Armada, pese a que traen alrededor de 150 cajas de tomates (unos 3.000 kilos) por viaje, más unas bolsas que parecen de papas.
En octubre pasado, productores nacionales tiraban toneladas de tomate por falta de mercado y de precios, que entonces cayeron de G. 80.000 la caja a G. 35.000.