Explicaron también que optaron por transferir sobre otros centros de distribución –la carga– y, pese a que anunciaron que el servicio se normalizaría en las últimas horas de la tarde, la falta de energía eléctrica, inclusive en el centro de Asunción, se prolongó casi hasta la medianoche.
También ayer, una verdadera catarata de quejas y reprobaciones se precipitó sobre las áreas de atención al cliente de la estatal.
La explicación de fuentes sindicales de la institución, sin embargo, fue muy diferente a la de la actual administración del ente.
En efecto, según el relato de las organizaciones de trabajadores, a las 12:00 del lunes último salieron de servicio “como 10 alimentadores de 23 kV en la Estación de Lambaré. “Alrededor de 60 MW de potencia no facturada e incomodidad para usuarios de la gran Asunción, incluidos sectores de la capital”, apuntaban.
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Detallaron que la estación de referencia está siendo refaccionada totalmente mediante un contrato llave en mano y que esa obra acumula ya un atraso de un año y que, a pesar de esta irregularidad, le prorrogaron el plazo de la obra.
El apagón, según estas fuentes, se debe a la explosión de los descargadores de 23 kV de uno de los transformadores de la estación, razón por la cual quedó fuera de servicio.
Detallan que en esta estación montaron dos bancos de transformadores, con una potencia instalada de 120 MWV en 23 kV cada una y que los dos bancos están en servicio, pero que solo uno tenía cableado la parte de 23 kV, que fue el que explotó.