Según denuncias, en el lugar existiría un total de 1.600 transformadores de los cuales unos 1.300 quedaron sin los núcleos de cobre que fueron sustraídos para comercializarlos.
Esta situación se estaría repitiendo en otros depósitos, como el de Laurelty, San Lorenzo, donde el año pasado se registró un incendio que pudo haber sido intencional precisamente para tapar un gran negociado en el cual podrían estar implicados funcionarios de la empresa estatal.
Se estima que la pérdida por estos robos podría ascender fácilmente al millón de dólares. Otro aspecto no menos importante es que dichos equipos pierden aceite debido a la sustracción de los núcleos. Algunos tendrían incluso aceite Askarel, que cuando llueve alcanzan el Lago de la República, señalaron.
Al respecto fue consultado el licenciado Luis Rojas, director de Servicios Administrativos de la ANDE, quien admitió que ya estaba al tanto de la denuncia, por lo que pidió un informe y solicitó que la auditoría interna haga un trabajo de verificación. “Esos son transformadores en desuso, pero no creo que llegue a ese monto el valor de las piezas”, afirmó el funcionario aunque reconoció que era difícil cuantificar las pérdidas. “Los transformadores cuando se subastan van por un valor mucho menor”, reconoció.
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Dijo que no conoce el informe de la Contraloría publicado meses atrás y explicó que la ANDE tiene un plan de manejo de pasivos ambientales en el cual está incorporado el manejo de transformadores en desuso. El reporte de la CGR indica que al cierre del ejercicio 2015 figuraban aún en el inventario de ANDE 11.725 transformadores de distribución averiados e incluso irreparables por un valor estimado en unos G. 51.152 millones. Detalla que 11.138 de estos desechos están en la subestación de San Lorenzo; 429 en Ciudad del Este; 82 en Santa Rita y 76 en Coronel Bogado. La estatal, en este punto, transgredió el Art. 56 de la Ley Nº 1535/99.