AYOLAS, Misiones (Miguel Angel Rodríguez, corresponsal). “Hay cosas raras en el acuerdo de Yacyretá firmado por Horacio Cartes y el presidente argentino Mauricio Macri. Lo mejor será que se derogue la ley y se busque nuevo acuerdo”, señaló el senador liberal Víctor Ríos durante su visita a Ayolas.
La Ley 6135 es la que aprueba la nota reversal N° 2 del 2017. Esta reconoce la deuda de la EBY con Argentina y asume la responsabilidad de pagar el 50% de un total que asciende a US$ 4.085 millones. Esta deuda carece de la documentación respaldatoria y nunca fue auditada por el Paraguay.
Asimismo, el acuerdo incluye la financiación de una nueva central hidroeléctrica sobre el brazo Aña Cua del río Paraná, que costará a la EBY unos US$ 650 millones y beneficiaría, al menos hasta mediados del 2030, solamente a la Argentina. Además, para construir la obra se congela por una década el pago a Paraguay por territorio inundado.
Ríos explicó que es proyectista de la ley que plantea derogar la ley que había aprobado las notas reversales, siguiendo las palabras del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, acerca de que “vamos a defender lo nuestro”, que no se pedirá lo ajeno pero se defenderá lo que le pertenece al Paraguay (expresiones utilizadas en su discurso de asunción al mando).
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El senador considera que es una magnífica oportunidad para el Presidente para demostrar que su discurso es sincero y que su acción será coherente, derogando la ley y empezando de nuevo con las negociaciones, que podrían ser encabezadas por el propio presidente.
“Así como está el acuerdo, favorece exclusivamente a los argentinos, porque Paraguay reconoce una deuda que no existe y, encima, nuestro país acepta la maquinización del brazo Aña Cua, que significa generación de energía para la República Argentina”, lamentó.
Si bien no quiso opinar sobre lo que ocurre en la Argentina en el caso “cuadernos de la corrupción” y la situación del exdirector argentino de Yacyretá, Óscar Thomas, señaló que el propio gobierno de ese país reconoce que hubo corrupción. “Si el propio gobierno del vecino país nos dice que hubo corrupción, el propio parlamento de Argentina no trato el acuerdo, no se entiende cuál fue el apuro para Paraguay”, acotó. Y añadió: “Es decir que la beneficiada, que es Argentina, es la que menos se apura para aprobar el acuerdo, pero el que más se apuro es Paraguay, el más perjudicado. Realmente, aquí hay algo raro, y por eso consideramos que lo mejor va a ser que se derogue la ley, y el nuevo gobierno se siente a negociar en igualdad de condiciones”.