Desorden en Abasto limita el control y frena la producción, dice Senave

Este artículo tiene 9 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2395

El desorden y la indisciplina en el Mercado de Abasto de Asunción, desde el punto de vista del ingreso y la salida de los productos, limitan el control, vuelven imprevisible la comercialización y, en consecuencia, frenan la producción nacional, según las explicaciones del director general técnico del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal (Senave), Ing. Agr. José María Marengo.

El Mercado de Abasto de Asunción no cumple la función para la que fue creada, los productos llegan en cualquier horario y la venta se realiza al mismo tiempo, explicó Marengo.

“No puede haber en el predio gente que compra y que vende en forma simultánea. El orden y la disciplina en el horario permitirán mejorar al productor, y deberían establecerse 12 horas para cada caso”, indicó.

Agregó que un aspecto que amplifica el descontrol en dicho local municipal es que posee cerca de ocho puntos de ingreso para los productos, por lo que no se sabe qué volumen entra y sale en dicho local. Además, la báscula en el acceso principal no funciona.

“La administración del Abasto es municipal, su director tiene autoridad sobre el predio y sobre el alquiler de los locales, pero no sobre lo que entra o sale; tampoco tiene cómo ejercer el control de la calidad de los productos”, alegó. Enfatizó que en cualquier abasto del mundo el control de ingreso es lo básico, sin embargo, en el citado predio municipal no se sabe con certeza cuánto entra y se comercializa en los diferentes rubros.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Además, hay gente que tiene la concesión del depósito en el predio pero que gana dinero autorizando su uso a terceros por el usufructo del local municipal.

“El Senave autoriza la importación a personas con base en la disponibilidad de depósitos, y muchas veces se ve que las verificaciones demuestran que quien tiene el depósito no trae ni una sola caja”, denunció.

“Existen serias deficiencias en el control y la comercialización de los productos frutihortícolas, pero dichas falencias no son atribuibles a un solo sector del proceso, todos estamos involucrados en las ligerezas”, admitió.

Entre varios aspectos irregulares mencionó que en el caso del tomate, las cajas de madera deberían ser utilizadas una sola vez, porque podrían servir como vehículo de plagas y enfermedades. Además, ingresan embalajes con diferentes dimensiones y pesos, lo que dificulta la estandarización de los precios. “En las actuales condiciones del Abasto, el Senave no puede garantizar la calidad de los productos allí comercializados, más aún si no hay un centro de acopio y clasificación donde se pueda ejercer dicha responsabilidad”, afirmó. En ese sentido, refirió que existe un proyecto con infraestructura ya montada en la ciudad de Coronel Oviedo.

“Se debería padronizar la producción hortícola como se hacía con el algodón, pero el desafío es cómo hacerlo, qué características se deberían exigir en los diferentes rubros”, comentó.

También señaló que el comercio informal en el Abasto sería muy grande. “El mes pasado cuando el tomate estaba a G. 80.000 la caja de 22 kg autorizábamos 400 toneladas por semana; entonces incrementamos 25% el volumen de autorizaciones y la sorpresa fue que el precio no varió, lo que da a entender que el comercio irregular es más grande y que la demanda está mal estimada”.

1.200 toneladas de alimentos

El predio del Mercado de Abasto ocupa 11 hectáreas, alberga a unos 1.400 permisionarios, recibe diariamente a alrededor de 40.000 personas y la cantidad de vehículos que ingresan cada 24 horas es de unos 16.000 rodados, en épocas de alta afluencia, según estudios. Igualmente, se estima que diariamente ingresarían a ese mercado entre 900 y 1.200 toneladas de alimentos frescos, entre frutas, hortalizas, granos y otros productos de origen agrícola. El Abasto fue inaugurado el 20 de octubre de 1981 por el intendente Porfirio Pereira Ruiz Díaz.