Los datos indican que el monto de los compromisos creció levemente con relación al mes de julio, cuando había alcanzado 7.789,1 millones de dólares, equivalente al 24,4% del PIB.
La deuda corresponde a compromisos asumidos por las entidades de la Administración Central y Entidades Descentralizadas, con instituciones financieras multilaterales, agencias de gobiernos y por la emisión de bonos en el mercado local y la emisión de bonos soberanos en el mercado internacional.
La colocación de bonos soberanos, precisamente, realizada desde 2013 aceleró en durante el gobierno de Horacio Cartes el ritmo de endeudamiento del país, a pesar de la advertencia realizada por analistas económicos, economistas, empresarios y exministros de Hacienda sobre el peligro de mantener este ritmo de asunción de compromisos.
De este modo, el saldo de la deuda total pasó de US$ 4.174,2 millones en 2013 a US$ 7.789,1 millones a julio último, lo que representa un crecimiento de 86,6% en la era Cartes, panorama con el cual asumió en agosto el nuevo gobierno de Mario Abdo Benítez.
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Los fuertes vencimientos de los bonos soberanos que se aproximan llevan a Hacienda a elaborar un proyecto de ley de “administración de pasivos” o, como se lo conoce comúnmente, de “bicicleteo” de la deuda vencida, ya que implica reemplazar deuda vieja por deuda nueva.
En el 2023, los compromisos que vencerán sumarán US$ 951,9 millones, de los cuales US$ 780 millones son bonos soberanos y US$ 171,9 millones deuda con organismos multilaterales. Este proyecto, sin embargo, aún no fue presentado para su estudio al Congreso.