Uno de los puntos que habían sido cuestionados dentro del acuerdo tiene relación con los números finales que fueron presentados por la EBY como deuda con el Gobierno argentino, teniendo en cuenta que la misma nunca fue auditada por el organismo de control de nuestro país.
Al respecto el Ing. Ángel María Recalde explicó que todos los números están referenciados y basados en el último balance aprobado y auditado dentro de la EBY, que corresponde al ejercicio 2015. “Nosotros tenemos auditores independientes, que en el lado argentino es la Auditoría General de la Nación. Lamentablemente aquí en nuestro país la Contraloría no presta este tipo de servicios, porque si fuera así sería contratada por nosotros para que nos audite”, explicó. Añadió que de todos modos “los documentos están y pueden ser revisados. No hay ningún secreto en eso”.
Aclaró además que la deuda que figura no es solo el aporte de capital sino también los préstamos que tomó la entidad de organismos internacionales de los que ahora se hace cargo el Gobierno argentino. Respecto al punto que fue más discutido en las negociaciones, Recalde señaló que Paraguay pidió que también se eliminen las actualizaciones del capital, que ascienden a unos US$ 1.525 millones. Esto finalmente no se consiguió en la conciliación de las cuentas.
Por otro lado, respecto a la compensación por cesión de energía, resaltó el incremento del 20% puesto que de 8,7 US$/MWh que se venían pagando, se pasa a 10,4 US$/MWh, mientras que lo que se consigue en Itaipú por la energía paraguaya que se lleva el mercado brasileño está en torno a los 9 US$/MWh, indicó.
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Respecto a la tarifa confirmó que quedaría en unos 36 US$/MWh y también anunció que se implementará en los próximos 4 años un plan de racionalización de recursos humanos en la margen paraguaya, para lo cual se creará un fondo especial.
