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La institución monetaria cuenta en el presente con 847 funcionarios en sus distintas dependencias y, según los cálculos realizados en función a las desvinculaciones previstas, estarían reduciendo a 752 para el 2022, lo que representa una disminución de 95 cargos.
“Con esta medida, el Banco Central se propone reducir año tras año el número de sus funcionarios, que comprenden además de los funcionarios del BCP, a los de la Superintendencia de Bancos, Superintendencia de Seguros y del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), según detalló el titular de la banca matriz.
No obstante, aclaró que la excepción de la regla cuantitativa se dará cuando se trate de un caso de asignación de nuevas funciones o de responsabilidades que sean asignadas por alguna legislación al Banco Central, o también cuando se trate de requerimientos de un proyecto particular prioritario.
Con la reducción de la nómina, la institución monetaria pretende elevar la eficiencia organizacional con mayor dotación de tecnologías, procesos administrativos racionalmente más eficaces y con recursos humanos altamente calificados, enfatizó Cantero.
El pago de salarios en la Administración Central insume alrededor del 70% de los recursos y deja muy poco margen para las inversiones. Para este año está previsto unos G. 14 billones que representa un aumento del 8% frente al 2018.