El metrobús, un proyecto resistido

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El inicio de las obras civiles del metrobús, uno de los proyectos del MOPC más resistidos a nivel de la gente, fue reprogramado para noviembre próximo, mientras siguen los desembolsos a la empresa contratista, Mota Engil, que ya cobró unos 10 millones de dólares de anticipo.

El contrato con Mota Engil para las obras del metrobús se firmó el 1 de abril de este año. En ese entonces, el ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, prometió que los trabajos sobre el tramo 2, el corredor de Eusebio Ayala y su continuación Mcal. Estigarribia, se iniciarían en junio. Pasaron tres meses y no han comenzado.

Ahora el MOPC habla de ponerlos en marcha en noviembre próximo. Mientras, las tareas se limitan a mediciones previas por parte de técnicos de Mota-Engil, a lo largo del corredor principal, que afecta tramos en Asunción, Fernando de la Mora y San Lorenzo, a través de casi 12 kilómetros.

Por otro lado, con el proyecto adjudicado, parcialmente pagado y a dos meses de que se inicie, si es que no ocurre otra postergación, continúa la abierta resistencia de los comerciantes que están sobre Eusebio Ayala, por el temor a que el ministerio cercene sus veredas, pues muchas de ellas son utilizadas como estacionamientos para la clientela. En ese sentido, a lo largo del trazado se multiplican cada día los carteles contra el metrobús, como pudimos comprobar ayer.

De paso, la construcción del sistema metrobús afectará también aductoras de 300 y 1.200 milímetros de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), tanto en la capital como en Fernando de la Mora, según admitió el gerente técnico de la compañía estatal, el ingeniero Óscar Méndez Bueno. De momento, técnicos de la empresa están recolectando datos sobre las redes, porque no existen planos que les precise en qué sitios exactamente cruzan estas aductoras.

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