POZO HONDO, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal). Después de tres días de trabajo de la máquina retroanfibia bajo el puente Pozo Hondo-Misión La Paz, el agua ya discurre mejor. Según el titular de la comisión vecinal del lugar, Alberto Jaime, esto se debe a la limpieza y también a un pequeño repunte del caudal, que es normal en esta época del año. El trabajo ayuda mucho y el agua corre por el medio del cauce y el río se hace más ancho, dijo.
La retroanfibia de la gobernación de Boquerón no solamente limpia el lugar de material leñoso, sino que también mueve la arena sedimentada, que a veces hace que el centro del cauce sea más alto que el nivel mismo del agua. Ahora, tras las tareas de la máquina, el puente ya se encuentra casi totalmente limpio y el agua fluye mejor. Esto alienta la posibilidad de que el Pilcomayo llegue con mayor facilidad a los diferentes lugares aguas abajo. Al mismo tiempo, con más trabajo en este y otros lugares puntuales es probable que se puedan corregir los meandros, mitigando el peligro de inundación en ambos lados de la frontera, que suelen afectar a Misión La Paz y Santa Victoria Este en el lado argentino y Pozo Hondo en territorio nacional, donde sin grandes demoras se debe reforzar el muro de contención, según fuentes de la gobernación.
Aunque son trabajos recién iniciados, los primeros resultados indican que hay posibilidades, aunque siempre limitadas (porque se trata de un área difícil), de canalizar mejor las aguas en el medio del cauce del Pilcomayo. Depende también de que haya voluntad de todos los sectores. Gobernación, municipios, comisiones vecinales y lideres indígenas ya trabajan juntos; la cuenta pendiente es de la Comisión Nacional del Pilcomayo.