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La Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) realizó en forma reciente un relevamiento batimétrico del río Paraguay, en la zona de Chaco’i.
El estudio tuvo como finalidad conocer la profundidad del río en el sector y la eventual existencia de bancos de arena.
El documento incluye el siguiente informe: “En la costa de margen derecha se tienen tres barcazas semi hundidas cuyas ubicaciones se observan en el plano de relevamiento”.
El estudio para determinar la profundidad del río se realizó entre los kilómetros 389 y 391. En un trecho de apenas dos kilómetros se localizaron tres barcazas semi hundidas, en la ribera chaqueña del río Paraguay.
De acuerdo a estimaciones de la Administración de Navegación y Puertos, entre Piquete Cue (Limpio) y Villeta existen alrededor de 100 barcazas hundidas y semi hundidas.
Las barcazas se encuentran en estas condiciones por diversos motivos y sus respectivos propietarios simplemente las abandonaron para no asumir el costo de reflotarlas.
En algunos casos, las barcazas se desprendieron de los amarres en la ribera, sobre todo en momentos de tormentas; si están vacías, no siempre es buen negocio intentar recuperarlas, sobre todo si están hundidas.
Riesgo para la navegación
El trecho entre Piquete Cue y Villeta concentra el mayor número de puertos de nuestro país en la hidrovía; es un sector crucial para el comercio exterior paraguayo.
La existencia de unas 100 barcazas abandonadas en el río pone en riesgo la navegación en la hidrovía, violando acuerdos de seguridad en la navegación.
Embarcaciones de Brasil, Bolivia y Argentina se suman a nuestra flota fluvial en la hidrovía.
Paraguay es signatario del acuerdo que establece la libre navegación en la hidrovía; la existencia de 100 barcazas no refleja precisamente responsabilidad en el cumplimiento de tal acuerdo.
Contaminación ambiental
Existe otro riesgo mayor: las barcazas constituyen un foco de contaminación ambiental.
Los contenedores se construyen con hierro, el agua termina oxidando y generando polución en el tramo medio del río Paraguay.
No sólo tenemos al río como un depósito de efluentes de las ciudades ribereñas sino también mantenemos metales que se pudren dentro del agua y terminan aumentando el nivel de destrucción de nuestro principal curso fluvial.
El Ministerio del Ambiente, al igual que la Prefectura General Naval y la misma ANNP tienen responsabilidad en el proceso de convertir al río Paraguay en un depósito de chatarras.
Las empresas navieras dejan que las barcazas sigan en el río para no cubrir el costo de reflotarlas, mientras tanto las instituciones responsables de preservar el río se limitan a observar en silencio.
roque@abc.com.py