El manejo discrecional de fondos en el lado argentino de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) quedó evidenciado por medio de varias resoluciones firmadas por su director argentino, Óscar Thomas, quien en un solo día, el 9 de abril de 2015, firmó las resoluciones 14127, por US$ 19.720; la 14128, por US$ 8.186,80; la 14129, por US$ 12.075 y la 14118, por US$ 18.044, totalizando así adjudicaciones directas por un valor de US$ 59.025. Este valor está muy por encima de lo establecido en el reglamento de la EBY, que establece como tope US$ 20.000 en cada resolución. La sospecha es que se trataba de una maniobra para eludir lo dispuesto en esa normativa de la binacional.
Los montos aprobados por resolución fueron efectivizados el 13 de abril de 2015 mediante órdenes de compra, firmadas tanto por el jefe técnico de la EBY, el Ing. Óscar Capezio, como por la contadora pública Verónica Mendiburu, del área de Compras y Contrataciones de la entidad en Argentina.
Debe indicarse que, según los registros, el 6 de febrero de 2015, el Ing. Capezio, hombre de confianza del exdirector argentino Thomas, emitió de manera discrecional nada menos que diez órdenes de compra por diferentes montos. En algunos de los documentos que llegaron a nuestro poder se observan fuertes sumas, incluso muchas de esas órdenes de compra fueron emitidas en dólares.
Suman irregularidades
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En Argentina, también están saliendo a luz los derroches cometidos en los doce años ininterrumpidos de gestión de Óscar Thomas al frente de la EBY, como los más de cien contratos de privilegio para allegados de las más altas autoridades misioneras; una flota de autos de alta gama que usaban los directivos y sus “cercanos” y detalles de un pasar a todo lujo sostenido con dinero público. La nueva administración a cargo de Humberto Schiavoni, ya puso a la venta un lote de treinta vehículos de la EBY, entre los cuales se encuentran un BMW y un Jeep Cherokee, que utilizaba el anterior director.