Con exagerada vehemencia y salidas de tono por momentos, habló con nosotros ayer en nuestra redacción el abogado Felino Amarilla, acompañado por el topógrafo de la ya citada empresa, Ricardo Codas, para dar su versión sobre el caso Barbero Cue.
Primeramente, el letrado cuestionó las publicaciones de ABC diciendo que el Gobierno de Italia no donó las tierras en cuestión, sino que las cedió y, de esta forma, alegó que los campesinos no son donatarios del bien.
Insistió en que la comisión vecinal Un Pedacito de Italia, que promueve la mensura de la colonia, no tiene legitimación para realizar este proceso, pues el título de propiedad no está a su nombre, es decir, el bien no es suyo, sino que es del Estado, según su criterio.
Mencionó el artículo 656 del Código Procesal Civil Paraguayo, que hace referencia a los requisitos para promover una medición judicial; entre ellos, dice: “Acompañar el título de propiedad del inmueble”.
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Si bien los labriegos presentaron el título de propiedad a nombre de Italia, para Amarilla ese primer requisito no fue cumplido porque el inmueble no está a nombre de los mismos.
“La mensura es nula desde el inicio. ¿Quién tiene que promover la mensura? El propietario”, insistió, pese a que no es lo que dice textualmente el artículo 656 sobre mensura. En el caso del deslinde, sin embargo, el Código sí dice taxativamente que el requisito para este procedimiento es que el dueño acompañe los documentos que demuestren sus derechos. “El que promueve juicio de deslinde deberá deducir la demanda de acuerdo con el artículo 215 y presentar los títulos que acrediten su derecho real”, señala el Art. 669.
En este caso, los labriegos organizados no promovieron deslinde, sino solamente la mensura, que no da ni quita derechos. Aun así, el representante de Vista Alegre señaló que “el que debe hacer la mensura es el Estado paraguayo, no la comisión”.
“Acá faltan dos cosas para completar la transmisión legal del dominio de la propiedad. Se tiene que inscribir esta ley con la mensura de esta propiedad y ahí se va a convertir en título. Porque, de lo contrario, tiene que venir alguien de Italia con un poder y tiene que protocolizar, porque la transferencia se hace solamente con escritura pública”, agregó.
Atacó redacción del acuerdo internacional
Nuestro diario hizo referencia al 3er. párrafo del Art. 2 de la Ley 4732/12, que es el acuerdo internacional por medio del cual las 17.343 Ha. de Barbero Cue deberían ser distribuidas a ocupantes de hecho, sujetos de la Reforma Agraria (ver facsímil 1). Al respecto, Amarilla señaló que hay una “contradicción” en ese párrafo y que las tierras deberían entregarse en la forma en que actualmente está siendo ocupada, sin importar lo que establece la legislación agraria.
El abogado añadió que la propiedad no tiene 17.343 Ha. y que se debe inscribir la mensura del año 2013, que había arrojado solo 14.090 Ha. Según argumentó, existen superposiciones de títulos y esta última cifra es todo lo que queda del inmueble inicial que tiene origen en 1887 y que se revendió con ocupaciones.
Esto contradice el informe de Registros Públicos emitido el año pasado, que habla de que la propiedad en cuestión “tiene una superficie de 17.343 Ha. con 75 m2, no ha sufrido modificación en relación a su superficie, restricción de dominio y no reconoce gravamen alguno” (ver facsímil 2).
ABC pidió copia del título de Vista Alegre, pero los representantes de la empresa aún no lo proveyeron. Solo dejaron copia del expediente de la mensura del Indert y un estudio hecho por Codas.
“Meterles bala” a labriegos
“Yo no tengo problema de enfrentarme con los campesinos. No tengo problemas de meterles bala tampoco. Yo me he defendido siempre solo. Pero esta barbarie que inventaron acá no tiene lógica”, afirmó Felino Amarilla en un momento dado.
También dijo que “el responsable político de este quilombo es el Indert, que tenía que haber inscripto la mensura (de 2013, que había arrojado 14.090 Ha.)”. Alegó que la propiedad original fue comprada en 1887 con ocupaciones que se debían descontar de la superficie total. Dijo que Vista Alegre es desprendimiento de la propiedad de José Serrati, que compró en 1892, pero no mostró título alguno.