En el área de distribución de la ANDE “nunca se invirtió en serio”, advierten

Un diagnóstico, para que sea preciso, debe detectar el sitio u órgano enfermo. El sistema eléctrico de la ANDE, como otros, tiene un área de generación, otro de transmisión, le sigue el de distribución y finalmente el de comercialización. Los especialistas consultados coinciden en que la severa crisis que atraviesa el sistema eléctrico nacional se localiza en el ámbito de la distribución, donde “nunca se invirtió en serio”, según advirtieron.

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No se trata de una mera presunción o simple percepción. Esta conclusión es el resultado de un cuidadoso estudio de las Memorias de la ANDE, así como de otras fuentes oficiales de registros, sobre los recursos que en rigor invirtieron en las obras previstas por la ANDE y, en este caso específico, en un área con llamativas e indignantes precariedades: el de distribución.

“El estudio prueba que nunca se invirtió en serio en distribución”, comentaban los especialistas a quienes consultamos sobre el diagnóstico de referencia.

Lapso 2008/2016

En el lapso de estudio que empieza en 2008, año en que el Ing. Sixto Amarilla ocupó la presidencia de la empresa eléctrica estatal y finaliza en 2016, con la actual administración liderada por el Ing. Víctor Romero.

No debe olvidarse que entre ambas personas se sucedieron otros responsables de la administración de la ANDE y por ende de la ejecución de sus presupuestos, como los ingenieros Germán Fatecha, Alex Duré y Carlos Heisele, quien recientemente declaró a ABC Cardinal que sentía “vergüenza ajena”, ante el cotidiano calvario que sufrimos los clientes de la ANDE debido a los frecuentes apagones, parpadeos, bajones en la tensión y a la consecuente destrucción de aparatos electrodomésticos, así como las pérdidas de oportunidades comerciales e industriales.

Los documentos estudiados revelan que entre el 2008 y 2016 los porcentajes destinados a distribución siempre fueron inferiores a los que exige el crecimiento del consumo nacional.

Que el promedio de las inversiones que canalizaron hacia el nivel de distribución, en el lapso en cuestión, alcanzó solo el 27,94%. En otras palabras, de cada G. 100 reservado para el mejoramiento de este andarivel, los cinco presidentes, con correspondientes coordinadores, gerentes, directores, asesores, etc., no pudieron ejecutar, invertir G. 28 en distribución.

Si enfocamos nuestra objetivo sobre los últimos tres años (2014, 2015 y 2016), años de la presente administración, del país y de la ANDE, notaremos con una creciente sensación de alarma que la tasa de realización en al área de distribución incluso descendió a 26,15%.

Otro dato rescatable del estudio es que entre el 2012 y el año pasado, la suma que destinaron para invertir en distribución se mantuvo casi sin variación en torno a G. 270 billones hecho que, según los especialista consultados, explica la causa de la precariedad en distribución, y que a pesar de que sea el más sensible para el cliente de la estatal es el que menos inversión recibe.

Las fuentes apuntan con énfasis “la equivocación” de los responsables de turno de la ANDE al postergar el área de distribución a la hora de decidir la ejecución de los recursos. En el mejor de los casos, con mucha benignidad, se puede inferir que se equivocaron en sus previsiones, añadieron.

Preguntamos a nuestras fuentes sobre la tasa mínima de ejecución que debe aplicarse a distribución, al menos para atenuar el actual deterioro. La respuesta no se hizo esperar: “el mínimo”, 50% del total ejecutado e insistieron que este segmento debe invertirse con fuerza. “Deben canalizar los recursos hacia donde está el problema: “¡distribución!”, concluyeron.

Timoneles a la deriva

En el período de ocho años (2008/2016) examinados en nuestro intento por averiguar la causa real de la crisis del sector eléctrico, se sucedieron en la cresta de la ANDE cinco administraciones, en el siguiente orden: Ing. Sixto Amarilla, Ing. Germán Fatecha, Ing. Alex Duré (gobierno de Fernando Lugo); Ing. Carlos Heisele (gobierno de Federico Franco) y, finalmente, Ing. Víctor Romero, bajo el actual mandato de Horacio Cartes. La deriva de la empresa estatal es de larga data, por consiguiente, debería mencionarse también a los precesores de Amarilla, como los ingenieros Martín González, Miguel A. Recalde, Guillermo Sánchez, Mario Orué, Héctor Richer, Miguel Fulgencio Rodríguez, Mario Otazú, etc.

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