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En principio, se habla de la colocación de US$ 500 millones en el mercado internacional y US$ 58 millones en el mercado local, este último en el transcurso del año vía Bolsa de Valores o el Banco Central del Paraguay (BCP).
El 57% de estos fondos que serán captados con este endeudamiento se destinará a bicicletear la deuda vencida y el resto, a inversiones en infraestructura.
La fecha de colocación se maneja con mucho hermetismo, pero las versiones recogidas apuntan a que la idea es ofertar los títulos de deuda en la primera quincena de este mes y para ello, al monitoreo constante que la cartera fiscal realiza sobre el mercado se le suma los agentes financieros que ya están operando en Nueva York, Estados Unidos.
El ministro de Hacienda, Santiago Peña, había señalado que operan con los mismos bancos que participaron de la última emisión, entre ellos el Bank Of America Merrill Lynch, a lo que se agrega la contratación a nivel local del estudio jurídico del abogado Daniel Mendonca, para dictaminar sobre la constitucionalidad de la emisión de bonos.
Además, el ministro Peña y el presidente del BCP, Carlos Fernández Valdovinos, viajarán a los Estados Unidos para efectuar un intenso lobby para tratar de despejar las dudas sobre la legalidad de la operación y que las críticas de los legisladores, que afirman que no tienen autorización y no obliga al Estado, no termine impactando en las tasas de interés.
Las autoridades argumentarán que la Ley de Presupuesto 2016 sigue vigente tras el veto aplicado por el Ejecutivo al proyecto de Ley de Presupuesto 2017, y como aval exhibirán la medida cautelar dictada por la Corte Suprema de Justicia tras una solicitud de “certeza constitucional”, figura inexistente en la Constitución.
Para el exministro de Hacienda Manuel Ferreira, el Presidente de la República debe salir a calmar las aguas y evitar que toda esta discusión tenga un impacto institucional, teniendo en cuenta que la crispación política se genera a partir del intento de reelección de Horacio Cartes. “Si queremos calmar las cosas, yo creo que la persona que tiene la sartén por el mango es el presidente de la República. Él tendría que salir a decir lo que tenga que decir y salir a renunciar a lo que tenga que renunciar para no generar un impacto institucional en el Paraguay”, indicó Ferreira.