TEMBIAPORÃ, Dpto. de Caaguazú (Víctor Daniel Barrera, corresponsal). Unas 20 personas resultaron heridas, entre ellas siete policías alcanzados por bolitas de vidrio lanzadas con honditas y golpeados con palo. Los campesinos heridos fueron 12, que recibieron impactos de balines de goma y gases lacrimógenos lanzados por los agentes del orden.
Once fue la cantidad de personas detenidas por la Policía, entre hombres, mujeres y adolescentes.
El jefe policial del área, comisario Antolín Gómez, informó que los labriegos esperaron a los uniformados en un camino que lleva a la entrada de la propiedad en litigio y en un momento dado fueron atacados con balines de cristal lanzados con honditas y con bombas molotov, razón por la cual tuvieron que responder con balines de goma y gases lacrimógenos para repeler a los autodenominados campesinos sin tierra, dijo.
“La Policía Nacional desplegó un operativo en el lugar para garantizar a los colonos la posesión de sus tierras y esta mañana numerosos campesinos se agruparon en un camino que da al acceso principal. Ellos se mostraron muy hostiles ante nuestra presencia y empezaron a atacarnos con honditas y bombas molotov. Entonces tuvimos que utilizar la fuerza pública para paliar la situación. Estamos allí desde inicio de la semana por el mandamiento del fiscal Alfirio González para garantizar el cultivo de los colonos”, manifestó el comisario Gómez.
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Intentamos hablar con González para consultar sobre el mandamiento fiscal del que habló el comisario Antolín Gómez, pero no atendió nuestras llamadas.
Niegan inicio de ataque
A su vez, los campesinos negaron que fueran ellos quienes atacaron primero a los agentes; alegaron que estaban fuera de la propiedad en litigio y que “solo salieron a mirar” la movilización policial y que sin razón alguna fueron reprimidos por los agentes. ‘‘Ellos nos atropellaron en una propiedad privada donde estábamos, nos desalojaron y ahora nos reprimen. A mí me pegaron y me rompieron la cabeza por querer defender a mi hijo”, dijo una de las mujeres afectadas que pidió reservar su identidad.
Un labriego detenido, de nombre Darío Leiva Fernández, admitió que quisieron oponerse a la incursión de los brasileños a la zona y tras el intento fueron atacados por los uniformados. “Nosotros estábamos en una casa ajena y ellos vinieron allí a atacarnos, es mentira que teníamos honditas y bombas molotov para atacarlos. Ellos fueron los que nos atacaron. Ellos nos hicieron esto porque nos quisimos oponer a la incursión de brasileros y a que realicen los cultivos. Ahora estamos detenidos pero no creo que vayamos mucho tiempo en la cárcel y una vez que salimos volveremos a lugar”, aseveró.
Los detenidos
En el operativo fueron detenidas 12 personas, identificadas como María Laudelina Valdez Cabrera (24), Agustín Enciso Rodríguez (16), Luciana Rodríguez Gómez (46), Ignacia Leiva Barrios (40), Claudelina Sosa Vázquez (16), Cristóbal Figueredo Maidana (16), Idan Javier Gamarra López (45), Darío Leiva Fernández (29), Celso Vera Fariña (18), Gustavo C. Martínez Aguayo (37), Néstor Ramón Duarte Aranda (18) y Gabino González González (29). Todos fueron puestos a disposición de la fiscalía para el proceso correspondiente.
Movilización
Adrián Vázquez, dirigente de la Federación Nacional Campesina (FNC), anunció que hoy se movilizarán con cierre de rutas intermitentes en la ciudad de Caaguazú, San Pedro, Curuguaty y Guairá para pedir la liberación de los doce detenidos y la rápida solución al conflicto en Guahory.
Indert: 40 lotes a recuperar
A partir de los hechos de ayer, el titular del Indert, Justo Cárdenas, dijo que la entidad a su cargo trata de recuperar “unos 40 lotes en Guahory que aún están a nombre del Estado, de los cuales 34 lotes son agrológicamente viables, que estarán a disposición de los verdaderos beneficiarios de la reforma”, según una nota de prensa del ente. Agrega que Cárdenas cree que el caso Guahory “está contaminado e inficionado por cuestiones partidarias que nada tienen que ver con la reforma agraria”. Añadió que el Gobierno va a defender el derecho a la propiedad, y que aquellos que hacen caso omiso a este derecho, van a correr una suerte distinta a los campesinos que aceptan las soluciones razonables ofrecidas.